Crisis Migratoria: México-Estados Unidos
La crisis migratoria que vive México y Estados Unidos es inédita. El flujo migratorio hacia los Estados Unidos ha sido constante desde la fundación de las 13 colonias en 1584.
El amplio territorio más allá del rio Bravo ha sido un punto de encuentro de razas de todas las culturas. Estados Unidos fue constituido con personas migrantes provenientes de Europa, principalmente ingleses, irlandeses, franceses, holandeses y más tarde esclavos de origen africano.
Los mexicanos siempre han migrado a los Estados Unidos por motivos laborales, algunos de manera temporal o permanente. Eso no es nuevo, lo que desconcierta es que a partir de la segunda década del siglo XXI, sobre todo después de la crisis de salud por COVID -19, se acentuó drásticamente el fenómeno migratorio hacia los Estados Unidos con personas procedentes de todo el mundo, Asia, África y Centroamérica incluyendo las islas del mar Caribe.
Diariamente cruzan el rio Suchiate en Chiapas cientos de inmigrantes con el propósito de cruzar la línea divisoria entre México y los Estados Unidos. Siendo México el paso obligado para llegar a territorio estadounidense diariamente cruzan el país cientos de inmigrantes.
En su intento de alcanzar el sueño americano recorren los 3200 kilómetros de longitud que nos separan de la Unión Americana. Huyen de su país de origen a causa de la pobreza y violencia generada por grupos delictivos que ya se extiende como un cáncer por toda América Latina; pero también son víctimas de individuos sin escrúpulos que se dedican al tráfico ilegal de personas.
Durante el siglo XVI dio inicio una red de caminos para conectar a México con los Estados Unidos conocidos como caminos reales con el fin de atender las necesidades de transporte y comunicación de la región. El Camino Real de Tierra Adentro comunicaba las tierras de México y suroeste de los Estados Unidos con una longitud de 1448.42 kilómetros.
Durante el Porfiriato y con la construcción del ferrocarril estas rutas comerciales se reafirmaron y se fundaron nuevas ciudades en la frontera. El flujo migratorio de los mexicanos hacia los Estados Unidos comenzó de manera legal al finalizar la segunda década del siglo XX.
Después de la primera guerra mundial y la gran crisis agrícola de 1929 los Estados Unidos empezaron a demandar mano de obra de manera urgente y los mexicanos cubrieron esa demanda. Desde entonces la migración de mexicanos y latinos ha sido constante, pero nunca se había dado de manera masiva como en la actualidad.
Sin duda el sexenio del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pasara a la historia como el sexenio que vivió una crisis migratoria sin precedentes. Pero no solo el Presidente AMLO es responsable de la afluencia constante de inmigrantes, sino los demás gobiernos latinoamericanas que no hacen nada por contener la marea humana que se desplaza todos los días hacia el norte del continente.
Son tantos que el ex Presidente Donald Trump habla ya de una invasión. El Gobierno mexicano está atado de manos porque ha firmado todos los tratados internacionales sobre migrantes, el darles asilo político cuando sea solicitado. A la mesa de negociación deben sentarse a resolver el problema migratorio no solo el gobierno mexicano, sino todos los gobiernos latinoamericanos junto a su homólogo estadounidense.
Los Estados Unidos ya están tomando medidas drásticas hacia México que están afectando la economía mexicana como el cierre de los puentes internacionales y paso de vías férreas en Eagle Pass en Coahuila y El Paso en Ciudad Juárez, Chihuahua con el fin de evitar el paso de inmigrantes. Otra medida es la controversial Ley SB4 que convierte en delito el que un extranjero ingrese de manera ilegal a territorio estadounidense.
La ley fue emitida por el Gobernador de Texas y fue aprobada por el Senado. Dicha ley permite a la justicia estatal ordenar la expulsión de personas sin un proceso judicial. El problema se agravaría de llegar a la presidencia de los Estados Unidos Donald Trump en 1924.
La presencia de inmigrantes en el estado de Hidalgo y específicamente en Tula se ha acentuado los últimos meses de este 2023. Diariamente llegan familias completas integradas por personas jóvenes y niños con el único propósito de abordar un autobús que los traslade a Nopala para de ahí trasladarse a Huichapan donde se encuentra la Casa del Migrante y esperar el tren que les lleve a la Unión Americana.
El panorama para 2024 no es nada halagador cuando entren en funcionamiento el servicio de pasajeros de los Ferrocarriles Nacionales de México que se había detenido después de la privatización de este medio de transporte en 1995 durante el sexenio del Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León.
Por qué está migrando la población centroamericana hacia los Estados Unidos. Principalmente por la pobreza que viven a causa de la crisis económica, dolarización de la economía en algunos países como Panamá, El Salvador, Ecuador y Venezuela o porque padecen hiperinflación como el caso de Argentina; esto aunado a la violencia generada por el crimen organizado.
Cuál es la causa primordial que está motivando la salida masiva de centroamericanos de su país de origen. Por el momento hay más preguntas que respuestas. ¿Es realmente la pobreza y violencia generada por el crimen organizado? ¿Quién está financiando a los carteles del crimen para desestabilizar a las naciones de países subdesarrollos y con qué fin? Sabemos de las armas que se fabrican en Estados Unidos y que se venden de manera ilegal a los grupos generadores de violencia para fracturar a la sociedad.
Los carteles del crimen organizado hacen la función de grupos de choque para desestabilizar la paz social. A veces es el mismo ejército mexicano quien distribuye las armas a las diferentes células delictivas, en un comercio ilícito donde todos quieren ganar. Pero ¿por qué abandonar el país donde se nace para convertirse en un apátrida, un extraño en tierra ajena? ¿Qué están haciendo los gobiernos por solucionar los problemas de violencia y crisis económica? Países completos se están despoblando.
¿Se trata de una estrategia política para después invadirlos y apropiarse de sus recursos naturales?. Los mexicanos entendemos esta problemática social porque la estamos viviendo. Ciudades y comunidades rurales están siendo deshabitadas hasta convertirse en pueblos fantasma a consecuencia de la violencia, los asesinatos, el robo y la extorción de grupos criminales que ya controlan la economía y muy pronto la política si no se les frena.
Vivimos una situación de guerra encubierta, una guerra fratricida entre mexicanos donde la autoridad gubernamental está haciendo poco por detenerla. Los carteles criminales están ganando terreno político a los gobiernos, controlando diversos sectores económicos, principalmente el energético.
Como en toda guerra fratricida, no solo civiles están siendo víctimas, sino también elementos de la Guardia Nacional y Ejercito Mexicano que también son mexicanos. ¿Qué plan están fraguando los nuevos líderes mundiales?. El tiempo lo dirá.