El Chac mool Tolteca
Dos personajes representativos del arte escultórico Tolteca son los atlantes y el Chacmool. Particularmente el Chacmool es una de las piezas más enigmáticas y controvertidas por la posición que adopta el personaje. Se trata de un hombre recostado sobre su espalda apoyando los codos en el piso, con las piernas flexionadas en posición fetal.
Sujeta sobre su vientre un recipiente rectangular que servía para depositar ofrendas. La forma de este recipiente varía dependiendo del tiempo y región. Entre la cultura mexica adoptó la forma de una vasija que servía para ofrecer la sangre y el corazón de los sacrificados.
¿Quién era ese personaje que gira la cabeza a un lado para enfrentar al espectador? Y es precisamente esta actitud donde el artista logra dar un dinamismo singular a la pieza por más sobria y errática que sea.
¿Qué observa este misterioso personaje, ya sea que gire su cabeza a la izquierda o derecha?
Tal vez se trate de un sacerdote o astrónomo que posee el conocimiento suficiente sobre el movimiento de los astros, las estaciones del año y con ello puede predecir los fenómenos naturales, la lluvia, el frio, el calor. Un sacerdote que controla los ciclos de producción agrícola o tal vez solo sea una especie de efigie egipcia que vigila la entrada al palacio y da la bienvenida a los visitantes que al llegar depositan ofrendas por algún favor solicitado a algún dios.
A lo largo del área mesoamericana se le representa joven y viejo. Los mayas y toltecas lo representaron como un joven guerrero, en cambio para la cultura purépecha es un anciano de rostro arrugado, casi desnudo y con el pene erecto.
Estas esculturas se han localizado en puertas de Palacios, Plazas, vestíbulos o al pie de escaleras de edificios de carácter religioso.
POSIBLES GUERREROS
Por la indumentaria que portan, probablemente se trataba de un guerrero. El Chacmool tolteca o maya esta ataviado con un casco de teselas, orejeras rectangulares, collar, pectoral en forma de mariposa, pulseras, cuchillo sujeto al antebrazo, perneras, sandalias y un joyel en la nariz símbolo de poder.
Se manufacturaron de todos tamaños desde la escala humana hasta tallas en miniatura.
Los materiales con que fueron tallados también varían dependiendo del lugar donde se esculpieron, algunas piezas son de piedra volcánica, piedras metamórficas, roca caliza, o de cerámica con argamasa.
Una de las piezas más antiguas (600-900 d.c.) fue localizada en Chalchihuites, zona arqueológica ubicada entre Zacatecas y Durango. La mayoría de las piezas fueron realizadas en el posclásico tardío (entre 1350 y 1521).
La primera escultura fue descubierta en 1874 por el Arqueólogo europeo Augustus Le Plongeon en Chichén Itzá, Yucatán, en el templo de las águilas y los jaguares.
CHACMOL, PALABRA MAYA E INGLESA
El termino Chacmool fue acuñado por Le Plongeon. Chac para los mayas es el dios de la lluvia y mool en inglés es piedra; así Chacmool se refiere a una escultura del dios de la lluvia. Actualmente se tienen registradas 25 piezas, 13 de las cuales han sido localizadas en la antigua Tenochtitlan, Tlatelolco y Mixquic y el resto en los estados de Hidalgo, Estado de México, Querétaro, Zacatecas, Tlaxcala, Yucatán y recientemente en Michoacán.
Igualmente, los mexicas solían relacionarlo con el dios de la lluvia, pues en la antigua Tenochtitlan se le coloco frente al adoratorio de Tláloc.
Las mejores esculturas fueron realizadas por los toltecas y mayas y las piezas más burdas y menos simétricas por los mexicas. Los hay muy ataviados y aderezados hasta desnudos.
También se han encontrado varios Chacmooles decapitados. A la llegada de los españoles muchos templos o esculturas fueron destruidos por considerar que eran representaciones del demonio. Sobre los templos se edificaron iglesias o en el mejor de los casos se colocó una cruz, símbolo de la nueva religión.
Algunos autores especulan sobre la posibilidad de que el Chac mool representa a individuos que padecían algún tipo de discapacidad como parálisis facial; o que a consecuencia de alguna enfermedad contraída o accidente sufrido habían quedado deformes. Para las culturas prehispánicas los discapacitados o deformes eran tratados como seres divinos, que poseían algún poder sobrenatural. Se les protegió y convivían con la nobleza.
Estas piezas escultóricas se han encontrado de manera abundante en Tula Hidalgo y en Chichen Itzá, Yucatán. Por alguna razón fueron llevadas a Tenochtitlan como la que se encuentra empotrada entre los cimientos de la Casa de los Marqueses del Apartado, frente al Templo Mayor. La cabeza de esta escultura no se encontró durante los trabajos de salvamento arqueológico.
En el Museo Jorge R. Acosta, de la zona arqueológica de Tula se exhibe la pieza denominada “Escultura Mítica Chac Mool” y por separado una “Cabeza de Chac Mool”.
Estas piezas también han viajado al extranjero para exhibirse en exposiciones de museos importantes como la efectuada en 2016 en el museo Martin Gropius Bau de Berlín, Alemania titulada exhibición “Maya: El lenguaje de la belleza” donde se presentó a un Chacmool recostado a la manera de Madame Recamier que posa de manera sensual y despreocupada. De ahí la idea de que estas esculturas tenían la función de mesas y que en tiempos prehispánicos formaban parte del rico mobiliario de la casa.