“El Dany” torero de apenas 10 años de edad ya demuestra sus habilidades en el ruedo
Seguridad, responsabilidad, valores, disciplina son solo algunas de las cualidades que debe tener un torero, David Iván, “El Dany” a sus 10 años de edad y desde los 5 años se ha permitido forjar su presente y futuro en una plaza de Toros soñando llegar a la monumental México y la de Madrid de donde pretende salir entre hombros con oreja y rabo.
Daniel Iván Chávez Hernández, “El Dany” portando su traje de corte o campero andaluz (pantalón de talle, camisa de pechera, chaleco, casaca y botas camperas) y sus avíos (capote, muleta y espada) logro conquistar la Plaza Cinco Villas, en Texcoco y otras plazas más donde se ha presentado acompañado de otros toreros mayores que él.
“El Dany” ha sido considerado hasta el momento el Niño Torero más pequeño no solo en esta región de Tula-Tepeji sino de otras partes.
A sus 10 años de edad, “El Dany” se ha ido formando un carácter no solo dentro de una plaza de toros donde inicio toreando becerros y hasta llegar a vaquillas, desde sus 5 años de edad, cuando empezó a pisar por primera vez un ruedo luego de que años atrás como espectador vivió la emoción que le provocó un torero que no solo le hizo sentir y ver la belleza y el arte de esta disciplina, sino que además, lo atrapo hasta permitirle con soñar el poder llegar a la monumental Plaza de Toros México y la de Madrid.
El torear no solo es dar un capotazo, pues el pequeño afirmo que le ha permitido a su corta edad el ir preparándose emocionalmente y sobretodo el aprender a manejar su seguridad ante una situación en su vida diaria.
Iván y Zuleima, padre y madre de “El Dany” al igual que su hijo viven la emoción que les trasmite, además de estar con él en este camino en el que le han apoyado para que continue creciendo en la tauromaquia.
ESCUELA DE TOREROS EN TULA
Clemente Hernández, matador y con una trayectoria de un poco más de 40 años de edad abrió la escuela desde hace 4 o 5 años, a un costado de la plaza Ponciano Díaz de esta ciudad, donde no solo asisten niños, sino también adolescentes y jóvenes que además de tener el sueño de ser toreros comparten el crecer de manera profesional.
“Enseñar bajo una línea de disciplina no solo dentro de un ruedo, sino aplicada en la vida diaria, con un compromiso de dedicación para con su escuela, preparación educativa, responsabilidad, valores al interior de la familia y para con la sociedad, son solo algunas de las muchas cualidades que un torero debe tener” afirmo Juan Clemente (hijo).
Dentro de su escuela, el matador aseguro tener no solo a niños como “El Dany”, sino a adolescentes como un jovencito autista de 13 años, vecino del municipio de Tlahuelilpan que ha demostrado tener muchas cualidades que ha podido ir puliendo, además de otros que ya cuentan con una carrera profesional o que ya laboran en alguna empresa.
Admira y respeta a “El Dany” por qué a su corta edad a logrado mucho, aseguro el matador quien agrego que en días pasados un matador Español pudo admirar sus logros de este niño torero a quien al igual que a todos sus alumnos les recuerda que hay tiempo para todo en esta vida y sobre todo el que no olviden que todos tienen la capacidad de hacerlo, simplemente hay que aprender.
Esta disciplina que en costos suele salir muy cara, pues simplemente en un simple traje la persona le llega invertir un poco más de 60 mil pesos ha permitido que charros y otros profesionistas puedan desempeñarla con la pasión que encierra esta fiesta de la que actualmente mucho se habla para ser prohibida, sin conocer de fondo que detrás de todo, un toro que nació para esto, es cuidado con tal dedicación en la que no solo esta su alimentación, sino hasta su caminar.
Actualmente, en el estado sabe que ya ingresaron un amparo para evitar que se prohíban y sobre este tema a buscado el que se considere la plaza de toros de Tlahuelilpan y de Tula de Allende como patrimonio cultural.
La fiesta taurina genera una importante derrama económica que permite a muchas familias el poder sacar adelante a sus familias.
El matador finalmente recordó que para ser torero se necesita más que un traje de luces (taleguilla, chaleco, casaca, zapatillas, medias, montera, añadido, capote de paseo camisa y tirantes), se requiere de una preparación física, mental y técnica que les permite la formación de un carácter, superar retos para crecer de manera personal.