El gobierno de Tula espera que se resuelva el conflicto en la Cruz Azul mediante el diálogo
El ayuntamiento de Tula mantiene una postura ecuánime frente al conflicto interno por el control de la cementera La Cruz Azul aseveró el alcalde Manuel Hernández Badillo.
En entrevista el edil dijo que desde su llegada al gobierno municipal siempre han pugnado porque la disputa se resuelva de la mejor manera, por la vía del dialogo y preservando la paz social.
Mencionó que conseguir un arreglo en la pugna traerá beneficios para todo el municipio, ya que Cruz Azul es uno de los motores económicos de la demarcación.
Recordó que la problemática por el control de la empresa comenzó a agudizarse desde 2004 o poco antes, y que su deseo como extrabajador de la cementera, es que puedan solucionarse los desencuentros entre los dos bandos que desde choque ya casi 20 años.
Evitó emitir un pronunciamiento en torno a cuál de los grupos tiene la razón, ya que aseveró que dar un juicio en este momento, sin que las autoridades superiores hayan dado un fallo oficial sería como estar a favor de uno y en contra de otro, lo que no abonaría a restablecer el orden en la empresa ni en la ciudad cooperativa.
Sostuvo que tanto la parcialidad que hoy tiene en control la cementera de Tula, encabezada por Federico Sarabia Pozo y Alberto López Morales, como la llamada disidencia liderada por Víctor Velázquez Rangel y José Antonio Marín Gutiérrez, aseguran que tienen la razón jurídica, por lo que no hay hacia dónde hacerse.
Ante este escenario añadió que el municipio no ha intervenido a favor o en contra de uno u otro bando y que será hasta que haya un resolutivo de orden federal o se reciba un ordenamiento de la autoridad judicial que puedan poner el aparato del ayuntamiento a disposición de quien tenga la legalidad en sus manos, pero indicó que hasta ahora no ha recibido ningún resolutivo de tal índole.
Cabe recordar que, desde hace cerca de dos décadas, comenzó la lucha por el control de la cementera La Cruz Azul. En aquel momento, la disputa la encabezaba el autodenominado grupo de Los 20, que lidiaba por la cooperativa con Guillermo Álvarez Cuevas, quien había permanecido en la dirección general del núcleo por casi 30 años.
Sin embargo, los opositores a Billy siempre fueron cambiantes, justo hasta que renunció voluntariamente luego de que el 29 de julio de 2020, un juez federal liberaró una orden de aprehensión acusándolo de delincuencia organizada y lavado de dinero.
A la salida del exdirector de la cooperativa, la disputa la heredó un grupo encabezado por Federico Sarabia Pozo y Alberto López Morales, presuntamente afínes al exdirigente, quienes desde entonces se pelean por el control de la cementera con Víctor Velázquez Rangel y José Antonio Marín Gutiérrez, quienes hicieron la mayoría de las fabricas de la cementera.
