El Pulque: El Pulque en la época colonial, siglo XIX y XX (Parte II)
El estado de Hidalgo fue durante la época colonial el principal productor y abastecedor de pulque a la capital del Virreinato. Los jesuitas fueron los primeros en producir pulque a nivel industrial. A partir de 1572 empezaron a adquirir tierras semidesérticas en el Valle de Apan, Hidalgo, surgiendo así las primeras haciendas pulqueras.
Por su clima semidesértico Hidalgo ha sido desde la época prehispánica un importante productor de plantíos de maguey. Esta planta crece en suelos pobres de naturaleza arcillosa-arenosa (tepetate) con lluvias escasas.
Ante el aumento en el consumo de pulque durante los siglos XVI y XVII las autoridades civiles y eclesiásticas trataron de regular su consumo a la par que se incrementaba la plantación e industrialización del pulque a través de las haciendas.
Las primeras regulaciones fueron emitidas en 1529 por Juana de Castilla donde se prohibió mezclar raíces al pulque con el fin de “evitar la embriaguez y vicios carnales y nefandos”.
En 1631 el marqués de Cerralvo ordeno prohibir la producción y comercialización del pulque revocando licencias a los comerciantes. Solo se permitió su venta en las boticas.
En 1652 el virrey duque de Albuquerque estableció el primer impuesto sobre el pulque introducido a la capital del virreinato.
Para 1763 el impuesto por concepto de la venta de pulque paso a las arcas reales.
Durante el siglo XVIII dos familias nobles se distinguieron en la comercialización del pulque: la de Pedro Romero de Terreros, Conde de Regla y la de Manuel Rodríguez de Pedroso , Conde Xala. A raíz de las leyes de reforma el Conde de Regla adquirió varias haciendas a la Compañía de Jesús, en Apan; quienes ya habían iniciado la plantación intensiva de magueyes y su arrendamiento a particulares, lo que les permitió beneficiarse de manera indirecta.
El negocio del pulque tuvo su mayor auge durante el siglo XVIII y XIX con la introducción del ferrocarril por todo el territorio nacional. A fines del siglo XIX y con la llegada del ferrocarril a las haciendas el transporte para comercializar el pulque a la Ciudad de México fue más fácil. Tan solo en Apan existían 40 estaciones de embarque.
La rapidez en el transporte y el abaratamiento de costos trajo como consecuencia una sobreproducción de pulque en la ciudad y las primeras crisis de esta bebida al despuntar el siglo XX. Después con el estallido de la revolución mexicana en 1910 el declive en el cultivo y producción de pulque se vino abajo.
El ejercito que controlaba las zonas magueyeras imponía impuestos a los productores o bien los cultivos eran invadidos y destruidos. El transporte también se vio afectado ante la destrucción de vías y carros de ferrocarril por los distintos grupos de revolucionarios.
Esta situación se agravo al reformarse la Ley Agraria a partir de 1917. Con la reforma al artículo 27 constitucional se dio el reparto de tierras ejidales, mismo que significo el golpe de muerte a la producción de pulque. Con Lázaro Cárdenas se repartieron
Se dejó de plantar magueyes y en su lugar se empezaron a introducir otros cultivos como maíz y cereales. Ya en el periodo posrevolucionario empezaron campañas de desprestigio al consumo de pulque al mismo tiempo que se ensalzaba las cualidades de la cerveza de origen extranjero.
Y fue precisamente en Apan donde se instaló la compañía cervecera Cuauhtémoc de Monterrey. La cerveza – dijo un productor de Apan- fue la causa de que el mercado de pulque se cayera a pesar de los esfuerzos de los productores que en un intento por salvar este comercio empezaron a organizarse a través de sindicatos y cámaras de comercio con escasos resultados.
Entre 1952 a 1956 con Miguel Alemán Valdés en la presidencia se construyó en los Llanos de Apan un complejo industrial conocido como Ciudad Sahagún con lo que el cultivo de maguey en esa zona paso a la historia.
Cuando los españoles llegaron al territorio mexicano el cultivo del maguey ya tenía por los menos 25 siglos de aprovechamiento. El pulque fue durante muchos siglos parte de la dieta diaria de los mexicanos como el maíz, frijol, calabaza y chile; era un completo alimenticio y un substituto del agua en tierras semidesérticas como las posee Hidalgo.
Desafortunadamente las formas de vida heredadas del pasado con relación al cultivo del maguey están desapareciendo ante la publicidad de otras bebidas como la cerveza y todo tipo de refrescos. Hoy por hoy el cultivo del maguey está en peligro de extinción porque se sigue utilizando, pero las plantas no se sustituyen por otras.