“En el ataque que se evitó en Cruz Azul, hubo acuerdos entre el grupo disidente y sindicatos que pusieron a la gente de choque”
* Así lo señaló el Presidente del Consejo de Vigilancia de la fábrica, Federico Sarabia Pozo. * Dijo que a cambio les ofrecieron darles trabajo en la producción de cemento en la planta del municipio de Tula
Agresión a la planta cementera Cruz Azul por parte de la disidencia fue frustrada ante las alertas oportunas y evitaron una masacre a trabajadores, socios y familias de estos al igual que a pobladores que se han sumado para proteger la empresa que ha sido un detonante en el desarrollo regional y estatal
Hoy los cementeros piden a AMLO frene la violencia y a Sheinbaum su actuar para que impida que sicarios salgan de la Ciudad de México.
El grupo de la disidencia una vez más y sabiendo que no lograra nada de manera legal intento tomar la planta cementera de Hidalgo a través de generar violencia psicológica, pero sobre todo física que generaría el grupo de choque interceptado por la policía estatal que logro evitar que ingresaran a la ciudad Cruz Azul, que pertenece al municipio de Tula de Allende.
El Presidente del Consejo de Administración Cruz Azul S.C.L., Federico Sarabia Pozo, en conferencia de prensa realizada el martes por la tarde en la planta cementera denunció que un grupo de élite integrado por 600 personas que viajaban a bordo de 11 autobuses y 30 vehículos entre estos taxis de la Ciudad de México y otros de sindicatos, pretendían tomar de manera violenta la fábrica.
Indicó que los opositores les prometieron a cambio todos los servicios que conlleva el trabajo de la producción del cemento, como la materia prima, combustibles, fletes, personal, haciendo a un lado a los cooperativistas que han estado trabajando con ellos, entre estos la Cooperativa Juárez, Cuauhtémoc y Unión.
Este convoy de personas proveniente de la Ciudad de México venia con armamento pesado y su objetivo era llegar a la planta, sin embargo, se previno gracias a la alerta y que ellos conocieron desde hace dos semanas dicha intención, por gente que se encuentra en las oficinas de Gran Sur que les informo sobre lo que pretendían hacer los disidentes.
Sarabia Pozo, acompañado de Alfredo Valdez Rodríguez tercer vocal del Consejo de Vigilancia, Alan Valverde, cuarto vocal del Consejo de Vigilancia y el jurídico Alfredo Rangel Díaz agradecieron a la policía estatal y municipal su actuar oportuno que logro evitar una tragedia, ya que a las 2:00 de la mañana de ese día pudieron dar seguimiento a las unidades que circulaban por la autopista México-Querétaro, dirección Querétaro que fueron detectadas en el Parque Industrial en Tepeji, mismas que tomaron la salida con dirección hacia Cruz Azul y que a la altura del puente vehicular El Cerrito los interceptaron logrando que se retornaran por la autopista México-Querétaro hacia la Ciudad de México.

BALACEARON VEHÍCULOS AL RETIRARSE
Estas unidades al ir a la Ciudad de México realizaron detonaciones de arma de fuego dañando una camioneta y provocando un hecho de tránsito a un vehículo que circulaba que al parecer se volcó.
Ante esta situación que viven hacen un llamado y piden la intervención de las autoridades estatales y federales, entre estos al presidente de la república mexicana, Andrés Manuel López Obrador para que intervenga y así evitar una masacre.
Asimismo, piden a la sociedad en general su apoyo para que se impida que la empresa caiga en malas manos, sabedores de que la cementera ha brindado un desarrollo municipal y hasta estatal.
Los disidentes se encuentran fuera de lo legal, lo cual les impide tomar posesión y al no ver otra salida utilizan sus grupos de choque, afirmo Sarabia Pozo quien agrego que desde hace dos semanas fueron advertidos sobre los acuerdos que hicieron los disidentes con los lideres sindicales.

Alfredo Rangel Díaz, jurídico agrego que en este momento 206 son los socios y más de 1300 trabajadores que laboran en la planta Hidalgo que contaba con la protección de la autoridad federal mediante diversos amparos que tenían entre estos 391, 392 y algunos otros de los cuales se desprende y les dan la total posesión y el control hasta no emitirse una resolución definitiva.
Hoy no cuentan con dinero en efectivo, pero confían en que lo van a recuperar, pues saben además que hay situaciones que no pueden compartir con personas maquiavélicas como los disidentes.
“Todos claman que ya terminé esto”, es uno de los pensamientos comunes entre la gente de Cruz Azul que continuara buscando el apoyo jurídico, implementando medidas de seguridad sin recurrir a la violencia.
Al término de la conferencia se informó que al menos 150 de las personas que fueron contratadas para atacar a los cooperativistas fueron contratadas por el Sindicato Nacional de Trabajadores del Transporte y la Construcción Lázaro Cárdenas, a quienes se les ofreció un pago de 500 a 600 pesos por persona.
