In Memoriam

La fotografía que se muestra no es Venecia, es Tula de Allende, Hidalgo que se inundó un fatídico 6-7 de septiembre de 2021.
El año 2021 fue un año muy llovedor. Las primeras lluvias empezaron apenas llego la primavera y terminaron hasta bien entrado el otoño. Llovió en todo el territorio nacional e Hidalgo no fue la excepción. La mañana del martes 7 de septiembre los tuleños amanecieron prácticamente con el agua hasta el cuello, flotando entre el menaje de la casa. El agua contaminada se desbordó de los dos ríos que rodean a la Ciudad: rio Tula y rio Rosas.
Debido a lo accidentado del terreno en algunos lugares el agua alcanzo más de dos metros de altura. Una verdadera tragedia del Titanic. Calles intransitables, caída de puentes e internet, sistema de transporte colapsado al igual que red de agua potable, drenaje y luz. El hospital del IMSS, Zona No. 5, inundado hasta el primer nivel donde convalecían pacientes por COVID y que al quedarse sin oxígeno se asfixiaron, otra versión cuenta que fueron abandonados a su suerte.
Pero lo peor estaba por venir pues las aguas no cedían y el día 8 de septiembre llegó más agua contaminada debido al desborde de la presa Danxho; desfogue de la presa Taxhima y Presa Requena de Tepeji.
Según testimonios de los afectados nunca fueron informados por las autoridades acerca del peligro de quedar inundados. La catástrofe ocurrió en escasos 15 minutos. El agua salía hasta por el drenaje de las viviendas. Tula permaneció 48 horas bajo el agua. Y todo ocurrió en medio de la pandemia de COVID-19.
Ignoro si el día 15 de septiembre hubo conmemoración del grito de independencia en Tula, lo que si hubo fueron gritos de desesperación de los habitantes, pues el agua no cedía. Hubo más de tres evacuaciones de los habitantes en Tula y el gobierno federal implemento el Plan DN-III para auxiliar a las 109 mil 093 personas que habitan la pequeña ciudad. Tambien se establecieron algunos refugios temporales.
Fue admirable la solidaridad que prestaron los ciudadanos de comunidades cercanas, así como de empresas paraestatales y privadas y Gobierno Federal que entregó de manera directa a través del Ejército Mexicano y Guardia Nacional ayuda económica y en especie a los afectados.
Elementos del ejército también ayudaron a evacuar en lanchas a los habitantes de Tula exponiendo su salud en las aguas putrefactas y después en realizar labores de limpieza pública y privada.
SALDOS DE UN DESASTRE
Tula es ante todo una zona comercial por lo que durante la inundación resultaron dañados al menos 1300 comercios que dan empleo a trabajadores de colonias cercanas y varias comunidades establecidas en un radio de hasta 40Km. A la crisis económica resultado de la pandemia por COVID-19 se sumó la crisis económica por la inundación.
Después del desastre los comercios afectados migraron a zonas menos riesgosas con lo que se perdieron muchos empleos. La recuperación ha sido lenta porque los habitantes viven con el temor constante de volver a ser víctimas de malas decisiones por parte de las autoridades.
Casas establecidas en la zona centro y colonias aledañas al rio perdieron prácticamente todo su patrimonio material.
Las primeras víctimas humanas se registraron en el Hospital del IMSS-Tula que se anego rápidamente y provoco la muerte de al menos 16 pacientes de COVID.
Después de la inundación se recolectaron 4 mil 712.5 toneladas de residuos tóxicos en la zona cero. Y las enfermedades por los desechos tóxicos empezaron a hacer estragos entre los lugareños: conjuntivitis, dermatitis, micosis e infecciones gastrointestinales; además de un olores nauseabundos.
Según cifras de la Gran Asamblea de Damnificados 30 mil inmuebles fueron dañados, 70 calles afectadas, 1200 casas-habitación; 1500 negocios, 11 escuelas y 14 sistemas de abastecimiento de agua.
600 comercios resultaron con daños de hasta 2,100 millones de pesos; 70% con pérdida total y solo 30% pudo recuperar productos almacenados.
Edificios gubernamentales como Capiar, Juzgados de lo familiar, clínicas privadas y escuelas perdieron sus archivos. ¿Qué sucedió con el dinero en efectivo de bancos comerciales establecidos en la Av. Leandro Valle? ¿lavaron el dinero o fueron saqueados?
Afortunadamente la inundación no llego a la Catedral de Tula, monumento colonial del siglo XVI, que resguarda en su acervo importantes documentos de la época virreinal.
En la actualidad, se siguen haciendo trabajos de ampliación al rio Tula, pero no al rio Rosas que rodea a la Ciudad en la parte poniente. Urge revisar el sistema de drenaje sobre todo de las casas y comercios establecidos a orillas del rio, de lo contrario el riesgo de sufrir otra inundación sigue latente.
Los habitantes de Tula consideran que el ex Presidente Municipal hizo poco por resolver el problema y está en investigación por haber desviado recursos por más de 60 millones de pesos destinados a los damnificados de la inundación. A través del Instituto de Investigación para Devolver al Pueblo lo Robado creado a iniciativa del actual Gobernador, Julio Menchaca del Partido Morena existe una denuncia penal contra el perredista Manuel Hernández Badillo por daños a la Hacienda Pública o Patrimonio de Tula.
En mayo de 2022 un grupo de damnificados por la inundación protestó por la falta de apoyo del Gobierno. En la protesta realizaron la quema de colchones sucios y llenos de heces.
El 12 de junio de 2023 Agentes de Investigación llegaron a la Presidencia Municipal de Tula, donde tomaron las oficinas del Alcalde Manuel Hernández Badillo. De acuerdo con la investigación fueron 66 millones de pesos destinados a los damnificados de 2021 y otros 10 millones de pesos para el año 2022, los cuales nunca llegaron a los damnificados por el desbordamiento del rio Tula en 2021.
Aunque el Alcalde se había amparado por 5,000 pesos ante el Poder Judicial de la Federación para evitar una posible detención fue capturado el lunes 14 de agosto de 2023 aproximadamente a las 4:20 minutos de la tarde el Alcalde de Tula sobre la carretera Tula-Refinería a la altura de la Colonia El Cielito, cerca de un restaurante de mariscos conocido como El Conchal. Luego fue traslado al Ministerio Público de Pachuca acusado por el delito de uso indebido de facultades y atributos agravados por más de 60 millones de pesos de la cuenta pública 2021.
SUPUESTO AMPARO DEL EX ALCALDE
A dos años de la catástrofe aún está pendiente la deuda de las autoridades responsables con los afectados. Ahora como ayer sigue siendo válida la frase de: “Tula no se inundó la inundaron”. Las autoridades de CONAGUA y Alcalde Municipal siguen sin rendir cuentas, porque legalmente no se les puede enjuiciar debido a lo obsoleto de las leyes en materia de aguas nacionales que datan del siglo pasado; mismo que urge reformar para que crímenes colectivos no queden impunes.
Según expertos, en México se carece de un reglamento sobre drenaje pluvial urbano, que controle el riesgo de inundaciones, así como falta de información entre la sociedad sobre el cuidado del medio ambiente, manejo de desechos e invasión de terrenos en zonas de riesgo.
Los ciudadanos de Tula e Hidalgo en general conminan al Procurador General del Estado de Hidalgo, Santiago Nieto, aplicar la ley con todo rigor a los funcionarios de gobierno que se valen de sus cargos para tomar los recursos de los ciudadanos, práctica que se ha hecho común en todo el estado desde hace siglos.
