Ni la pandemia detiene a los migrantes; llegan de 40 a 50 diariamente a la Casa del Samaritano en Atitalaquia
*Debido al covid-19, ya sólo 2 religiosas atienden en el lugar, en horarios más reducidos les brindan comida, pero ya no hay hospedaje
Personas de 60 años y más y menores de entre 2 años y 8 años empezaron a migrar a Estados Unidos donde esperan encontrar una nueva forma para vivir económicamente más desahogada, aunado a que diariamente entre 40 y 50 personas en promedio se suman a este sueño al salir a bordo del tren donde viajan sin licencia, ni permiso y sin pensar en las grandes dificultades que vivirán a lo largo de su viaje donde se encuentran a personas que les ofrecen unos pesos a cambio de ser parte de ilícitos que van desde la donación de órganos, trata de personas, delincuencia organizada y prostitución local entre otras más y además se suma la problemática de migrantes en situación de calle, algunos extranjeros y otros mexicanos que se aprovechan de esta situación para pedir dinero en los cruceros.
La coordinadora de la Casa del Migrante El Samaritano, ubicada en Bojay, municipio de Atitalaquia, María Luisa Silverio Cruz, Religiosa de la congregación de los Sagrados Corazones de la iglesia católica, afirmo que ante esta crisis que se vive por la pandemia de Covid-19 continúan laborando a pesar de tener muchas limitaciones, ya que desde que inicio esta problemática de salud mundial brindan únicamente un servicio de paso para los migrantes que llegan y lo único que les brindan es alimentos, medicinas comunes y artículos de limpieza e higiene personal entre estos, gel antibacterial, paracetamol, antihistamínicos, antigripales, toallitas húmedas entre otros.
ATENCIÓN GRATUITA
Esta casa desde hace 9 años han brindado servicio de manera gratuita a los migrantes provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala que reciben atención de martes a domingo de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde afirmo la religiosa quien aseguro que son 5 las encargadas en tiempo normal, sin embargo, en este momento solo dos se han encargado de seguir abriendo la casa para que quien llegue pueda comer y seguir su viaje hasta Huichapan donde los migrantes abordan el tren de carga de la cementera, pues desde hace casi 4 años ya no pasa por esta zona.
A raíz de que se declaró la pandemia a nivel nacional la problemática económica se agudizo y hoy en día, se puede ver que personas adultas mayores de 60 años o más y menores de entre 2 y 8 años de edad viajen buscando el sueño de los billetes verdes (dólares), afirmo la entrevistada.
FAMILIAS COMPLETAS DE MIGRANTES
Silverio Cruz aseguro que actualmente ya también se ven familias completas que viajan a bordo del tren y muchos con menores como es el caso de una migrante que llevaba a una niña de aproximadamente 3 años y a un niño menor de 6 años de edad que aun sabiendo que pasarían frio, hambre y en algunos casos hasta situaciones de delincuencia, se arriesgan, pues aseguran que en su país ya no hay manera para poder vivir.
Regularmente y de manera diaria por la Casa El Samaritano pasa un promedio de entre 40 y 50 personas de distintos sexos, entre estos personas del LGBT como fue el caso de un chico que en el camino fue lesionado por unas personas que lo hirieron en una pierna donde le dispararon y que a causa de esa lesión se vio obligado a detener su marcha en una casa similar a esta ubicada en Celaya, ya que en el país hay al menos 130 casas como estas, 110 de estas se encuentran ligadas a la iglesia católica y las otras a organizaciones civiles.
XENOFOBIA CONTRA MIGRANTES
La problemática a la que se enfrentan los migrantes es ser llamados delincuentes, pues existe entre la sociedad mucha xenofobia, pues creen que todos los migrantes son personas malas o sucias, como aquellos que se encuentran en los cruceros pidiendo dinero, siendo este un problema que se vive diariamente, pues los pocos que no logran seguir avanzando acuden a los cruceros para pedir dinero y posteriormente avanzar, sin embargo, una gran mayoría de mexicanos ya vio la manera de poder vivir y se hacen pasar por estas personas para pedir limosna.
Los migrantes en su mayoría son personas que en cada pueblo donde descansan son buscados por gente que simplemente busca aprovecharse de su situación y esta zona no es la excepción, pues ha trascendido que cerca de este punto llega gente para ofrecer a sus víctimas dinero a cambio de trabajos ilícitos como integrarse a grupos de la delincuencia organizada y dentro de los delitos que suelen cometer es desde el robo, narcomenudista y hasta llegar a matar a alguien.
El tráfico de órganos, la prostitución local y trata de personas es otro de los ofrecimientos que viven los migrantes quienes también son interceptados por falsos polleros que únicamente les roban su dinero y algunas pocas pertenecían de valor que pudieran traer o en su defecto les disque ayudan para sacar dinero de los bancos los cuales les depositan sus familiares para que continúen su viaje de manera un poco más tranquila.
MUCHAS VÍCTIMAS SON NIÑOS
La realidad es tan cruda que se agrava más en los caso de los niños y adolescentes no acompañados que fácilmente son envueltos por gente que se dedica a vivir de manera ilícita, ya que si bien les va en el camino simplemente pueden ser explotados de distintas maneras, como puede ser en el trabajo, en el caso de aquellos que por un día buscan un trabajo y ganar un dinero para seguir su viaje que no saben si lograr concretar, pues a lo largo de este camino viven accidentes cuando viajan a bordo del tren y que en algunos casos quedan con vida, pero perdiendo alguna extremidad de su cuerpo.
La religiosa aseguro que ellas simplemente continúan la labor que Jesús hizo en su paso por esta tierra que fue el ayudar al más necesitado y en este caso ellas les ofrecen guisos de frijoles, arroz, salchichas, huevo, atún, sardina y cuando les llegan a regalar verdura también las ofrecen al igual que avena y leche cuando hay niños.
La casa sobrevive gracias al apoyo de las parroquias y la organización Caritas Mexicanas, por lo que piden a la sociedad en general a ser empáticos y a donar cosas en buen estado, ropa normal, despensas no caducadas de alimentos no perecederos, medicamentos o artículos de higiene personal.
María Luisa Silverio Cruz aseguró que próximamente y a través de un grupo de teatro establecido en la Ciudad de México se realizara un proyecto de una campaña de limpieza en esta zona y un mural en el puente que cruza las vías del tren, caminos que son recorridos por los migrantes que con temor y buscan llegar a Estados Unidos donde esperan vivir su sueño en donde han idealizado vivir una economía más desahogada, gracias a los dólares que esperan cobrar al trabajar en empresas de primer nivel.