Preocupación y un ambiente enrarecido se vivió en la sesión del Cabildo ante la detención que enfrenta el alcalde Tula

La silla del presidente Manuel Hernández Badillo quedó vacía en la sesión de la asamblea municipal que se realizó este miércoles por la tarde. Asistieron todos los regidores y síndicos, y aunque el tema no se tocó en la orden del dia, en el ambiente se notaba la preocupación por la situación de crisis que vive Tula con la detención del alcalde y su estancia en la cárcel.

Los munícipes intentaron que todo saliera lo más normal posible y asumieron su responsabilidad al frente del gobierno de Tula, como se acordó el martes, un día después de la detención del alcalde.

Fue hasta los asuntos generales ya cuando se habían tocado todos los temas a tratar, cuando el regidor Ricardo Baptista González tomó la palabra para dar un mensaje sobre la crisis que, dijo, vive el municipio.

Señaló que ha visto voluntad de todos los integrantes del Cabildo para trabajar sin el presidente por si ya no regresa a la alcaldía, pero también si sucede que vuelva.

«No hay vuelta atrás, dijo, está es una sacudida fuerte y para que nos veamos en el espejo, porque muchas cosas….. Fueron avaladas aquí».

Manifestó que deben dignificar el trabajo de la Asamblea y atender los asuntos que la ley les confiere y buscar acuerdos. Agrego que el martes se dispersó bien la nómina de los trabajadores de la presidencia y se abrieron normal las actividades del gobierno de Tula,lo cual no debe parar ante esta crisis.

Baptista señaló que se debe llamar al suplente del presidente y si no acepta el cargo, la asamblea debe elegir quien suplirá al alcalde en caso de que no regrese a su cargo.

Propuso también que se pongan a trabajar en el presupuesto del 2024,el cual. debe ser austero y advirtió que » quien se equivoqué tendrá que enfrentar las consecuencias».

Dijo confiar en que salga bien de este problema el presidente y los llamó a recapacitar, » porque lo que importa es la gente «.