Proponen crear circuito turístico de las 17 pinturas rupestres que hay en Tula
El presidente del Centro de Estudios Multidisciplinarios, Arqueológicos y Naturales (CEMAN), José luis Montiel Ibarra llamó al alcalde de Tula, Manuel Hernández Badillo a crear un circuito turístico para aprovechar las potencialidades de ser uno de los municipios a nivel República con más arte rupestre.
El experto en arte de las cavernas sostuvo que la antigua Capital Tolteca no sólo es rica en historia prehispánica, sino que ya desde la época neolítica, que abarca del 10 mil al 4 mil A.C. se encuentran vestigios importantes, como de herramientas y las primeras representaciones humanas de Tula.
Señaló que en la zona occidente del municipio, en comunidades como San Andrés, San Miguel de las Piedras, Macúa y aún en el cerro de El Magoni existen vestigios rupestres documentados.
Sostuvo que esa gran riqueza se podría explotar turísticamente, pero siempre y cuando lo primero que se garantice sea la preservación de la riqueza histórica, porque si se van a abrir al público, no tiene caso que se inauguren para la exhibición si un turista va a destruir en media hora un arte que se ha conservado desde hace milenios, como ya ha ocurrido.
Por ello pidió al gobierno de Manuel Hernández poner todo de su parte para generar protecciones sobre más de 18 puntos rupestres que existen en la demarcación, “pueden ser incluso 25 sitios, la mayoría de los cuales estarían en condiciones de ser abiertos”.
En 2017, la arqueóloga Martha García Sánchez, quien forma parte del CEMAN, escribió un libro sobre arte rupestre en Tula, donde fueron documentados al menos 17 sitios, ubicados principalmente en comunidades de occidente como San Miguel de las Piedras, Michimaloya, Macúa, San Andrés y Xóchitlán.
Sin embargo, de acuerdo con ponencias del Centro, en los casi cuatro años que han pasado desde entonces se han encontrado 7 más.
Uno de los artes de las cavernas más antiguo del municipio del que se tiene conocimiento está en la comunidad de San Miguel de las Piedras, sin embargo, fue grafiteado por personas desconocidas hace 30 años. De acuerdo con estimaciones del CEMAN su restauración costaría cerca de 150 mil pesos.
