Reflexiones en torno al 8 de Marzo

Reflexiones en torno al 8 de Marzo

El pasado 8 de marzo se conmemoró el Día Internacional de la Mujer, con este motivo muchas mujeres salieron a las calles para manifestar sus demandas: equidad de género, vida libre de violencia, alto a los feminicidios.

¿Cuál es la realidad social y económica de la mujer hidalguense en este contexto? ¿Ha cambiado de 1857 a la fecha cuando un grupo de obreras estadounidense salieron a las calles a manifestar su inconformidad por los bajos salarios que recibían y las jornadas extenuantes de trabajo? No mucho, sobre todo si consideramos que el estado de Hidalgo junto con Oaxaca y Guerrero son los estados más pobres del país.

Según el censo de población de 2020 siete de cada 100 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir, de este porcentaje la mayoría son mujeres. La falta de oportunidades para acceder a la escuela se ha incrementado de 2006 a la fecha por crisis económicas recurrentes, inseguridad social y desempleo.

En Hidalgo las mujeres han tenido que salir de sus casas para contribuir con su exiguo salario al gasto familiar, ya sea en empleos formales o informales. En fábricas, sector comercial y de servicios, trabajo doméstico, labores agrícolas o auto empleándose, desde vender por catálogo todo tipo de productos de belleza y para el hogar hasta vendiendo productos comestibles como verduras, tamales, tortillas; (por cierto, en las zonas rurales donde hay menos oportunidades muchas mujeres casadas o madres solteras sobreviven de hacer tortillas).

En los centros fabriles aun reciben salarios injustos con respecto a sus compañeros masculinos. Otras se emplean en talleres clandestinos de costura donde no reciben ni el salario mínimo y no tienen acceso al servicio médico. Aunque hay algunas profesionistas que trabajan en el sector gobierno o empresarial su situación no es muy diferente.

Es cierto que la población mexicana siempre ha padecido pobreza, pero de los gobiernos neoliberales a la fecha la brecha entre pobres y ricos se ha agudizado. Los pobres son cada vez pobres y entre ellos las que más padecen siguen siendo las mujeres.

Pese a los esfuerzos de los funcionarios de gobierno la situación no mejora, no es irreal decir que vivimos en un estado fallido donde solo impera el desorden social y los esfuerzos por contener la inflación, el desempleo y la violencia no son suficientes. Esta situación ha crecido de manera exponencial de 2020 a la fecha en que fue declarada la pandemia de Covid 19. Entonces la economía prácticamente se paralizo, vino el encerramiento laboral y educativo. Se dice que retrocedimos en el tiempo hasta 8 décadas.

A nivel internacional se implementó trabajar y estudiar desde casa; todo un nuevo reordenamiento económico donde la mayoría de la población perdió y un pequeño porcentaje gano cantidades exorbitantes de dinero sobre todo las empresas farmacéuticas y dueños de medios electrónicos de comunicación.

En México el sector educativo resulto muy dañado pues muchos jóvenes dejaron de estudiar, otros optaron por casarse. Creció el número de adolescentes embarazadas y el estado de Hidalgo no fue la excepción.

En el caso de la región Tula Tepeji la situación económica se agravo por la inundación que sufrió en septiembre de 2021. Siendo Tula una zona más comercial que habitacional se perdieron muchos empleos en el sector comercial y de servicios, crisis de la que aún no se recupera. Ahora el gobierno en turno tendrá que hacer tremendos esfuerzos por revertir la situación y dar más oportunidades a los jóvenes y mujeres en el ámbito educativo, laboral y social.      

Estar más atento a lo que pasa en la región Tula Tepeji pues es el granero del centro del país y una zona industrial muy estratégica.

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