Regidores piden que el alcalde Manuel Badillo “responda” por la compra de los colchones
El presidente municipal de Tula debe responder por la compra fraudulenta de 743 colchones que compró con tres proveedores y que entregó a damnificados por la inundación que se registró el pasado 6 de septiembre, afirmaron regidores del Cabildo.
Yolitzmati Calva Andrade, Ricardo Raúl Baptista González y Alejandro Álvarez Cerón coincidieron en que el presidente municipal y los proveedores deberán responder por la compra de los colchones que fueron entregados a damnificados quienes hicieron público que se encontraban insalubres, pues de estos se desprendía un olor desagradable a orines, sangre y hasta vomito que pudo percibirse en las telas en donde en algunos casos se escondían y vivían chinches, cucarachas y otros insectos.
Baptista González aseguró que el presidente municipal Hernández Badillo debe responder de manera inmediata por la compra fraudulenta y el engaño perverso que hizo a los damnificados, mientras que Álvarez Cerón afirmó que solicitaran la revisión profunda sobre el tema de la adquisición.
Calva Andrade además agrego que las comercializadoras que vendieron deberán de igual manera hacerse responsables de esta venta y afectación que se les hizo a los damnificados quienes deberán recibir su dinero en efectivo para que puedan adquirir un colchón o en su defecto le den el uso que crean conveniente.
Cabe mencionar que el municipio ante una petición que le hizo la asociación Unidos por Tula respondió que la compra de los colchones se hizo bajo el número de folio 13022590000822, en donde se estipulo que el Ayuntamiento de Tula revelo que los precios de los colchones oscilaron entre los 990 y los 1 mil 740 pesos incluido el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
A decir de esta misma autoridad municipal fueron adquiridos a tres proveedores, Comercializadora Nassim S.A. de C.V., Expomuebles San Lorenzo S.A. de C.V. y Erandeni Yunnuen León López.
Los colchones adquiridos, de acuerdo con Unidos por Tula, el valor estimado de cada pieza, según el estudio técnico que les proporcionaron quienes detectaron que se trataban de unidades reconstruidas, es de 50 a 100 pesos, porque únicamente se simula que son nuevos, pero no se modificó la estructura interna. Por estos el municipio facturo 974 mil 609 pesos.
