Tiempo de plagas
Las enfermedades y la guerra han acompañado al hombre a lo largo de su existencia. Ambas son un medio de control de la población. A propósito, hasta noviembre de 2022 se contabilizaron 8 mil millones de personas que murieron.
A dos décadas del siglo XXI cuando la ciencia creía haber dejado en el pasado enfermedades contagiosas como virus ocasionados por la gripe, surgió a fines de 2019 en Wuhan, China el Covid -19, virus cuyos síntomas se dijo en un principio eran resultado de una pulmonía atípica. Una de las primeras víctimas fue el medico chino Li Wenliang que descubrió el coronavirus.
En diciembre de 2019 detectó siete casos de un virus que se asemejaban al SARS, el que provoco una epidemia global en 2003. Se sospechaba que los casos provenían del mercado de pescados y mariscos Huanan, en Wugan y los pacientes fueron puestos en cuarentena. También se dijo que probablemente había sido transmitido por el pangolín (animal mamífero empleado en la medicina tradicional China).
Muy pronto la enfermedad se propagó rápidamente y el Secretario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros Adhanom Ghebreyesus decretó crisis de salud mundial. Vinieron una serie de recomendaciones a la población mundial como uso de cubre bocas y lavado frecuente de manos, encerramiento o cuarentena de las personas contagiadas.
Como resultado de estas medidas la muerte de casi 7 millones de personas, aunque la cifra puede ser tres veces mayor, es decir 20 millones de decesos, según cifras de la OMS; así como la paralización de la economía por el cierre de escuelas y centros de trabajo (empresas e industrias por igual) crisis económica solo comparable a las secuelas dejadas por una guerra terrible. Hiperinflación registrada hasta en países de economías estables.
A la crisis de salud mundial se sumó la de otros sectores económicos como el agrícola, industrial y comercial, grandes movimientos de población como consecuencia de la desigualdad económica entre países desarrollados y subdesarrollados.
Pero a rio revuelto ganancia de pescadores, como siempre no todos perdieron hubo economías que se fortalecieron, no tanto a nivel de países sino de individuos que lideran empresas transnacionacionales, grandes magnates que controlan la comunicación electrónica como Elon Mosk, Bill Wates, etc.
Las industrias farmacéuticas que fabricaron vacunas de alta generación para combatir al virus también resultaron beneficiadas. Esto nos hace sospechar que estamos viviendo un reordenamiento económico mundial donde sin duda surgirán nuevas potencias económicas o individuos.
Se dice que con el cambio climático están surgiendo nuevas plagas y enfermedades ya desaparecidas como el dengue, paludismo, lepra, viruela, influenza española y plagas como chinches. Recién surgió en Paris y de manera simultánea en otros países y ciudades superpobladas como la Ciudad de México una plaga de chinches. Esto en lugares estratégicos como escuelas, aeropuertos y transportes públicos.
En el caso de Francia se menciona la posibilidad que se trata de boicotear los próximos juegos olímpicos a efectuarse para el 2024 o será que ¿los nuevos líderes querrán volver al encerramiento para debilitar aún más las economías? Esperemos que la aparición de insectos como chinches o mosquitos no sean agentes transmisores de nuevas enfermedades, porque estaríamos enfrentándonos a una guerra bacteriológica mundial que tiene como fin remover los cimientos de la economía a favor de unos cuantos.