
Efrén Rebolledo (1877-1929)Poeta y Diplomático Hidalguense
Nació en Actopan, Hidalgo un 9 de julio de 1877 y murió en Madrid, España el 11 de diciembre de 1929.
Estudio la Preparatoria en el Instituto Científico y Literario de Pachuca. Posteriormente ingreso a la Escuela de Jurisprudencia de la Universidad Nacional donde se graduó de abogado.
Desde que terminó su carrera de Derecho Efrén Rebolledo fue llamado al servicio exterior mexicano. En 1901 Bernardo Reyes, Ministro del Gabinete de Porfirio Díaz lo inicio en la carrera diplomática nombrándolo Representante del Gobierno Mexicano en el Exterior, puesto que ocupo hasta su muerte. Con el cargo de embajador representó a México en Guatemala, Japón, Noruega, Bélgica, Chile y España.
Nuestro biografiado vivió tres acontecimientos muy importantes. En México el estallido de la revolución mexicana en 1910 y en Europa dos guerras mundiales en 1915 y 1943.
Se sabe poco de su participación en el conflicto armado de 1910, pero para 1918 fue electo Diputado a la XXVII Legislatura del Congreso de la Unión (1918-1920) donde fue Presidente de la Gran Comisión en dos ocasiones. Mientras fue Diputado luchó por los derechos de los indígenas del Valle del Mezquital sobre el uso de aguas negras.
Sin duda fue el antecedente para que a mediados del siglo XX se construyeran importantes presas en el Valle del Mezquital para convertir las áridas tierras del sur de Hidalgo en tierras irrigables para la agricultura. Entre las presas más importantes destaca: Presa Requena en Tepeji del Rio, Presa Xijay, Presa Endo en Tula y Presa Rojo Gómez en Alfajayucan.
ACTIVIDAD LITERARIA
A la par de su labor diplomática en el extranjero desarrollo una importante actividad literaria. Su producción literaria se divide en dos: prosa y poesía. Escribió para la Revista Moderna, El Mundo y el Mundo Ilustrado. Además fundo la revista literaria Pegaso al lado de Enrique González Martínez y Ramón López Velarde.
De hecho, Efrén Rebolledo cabalga entre el modernismo y la literatura contemporánea. El modernismo fue un movimiento artístico que se desarrolló entre 1880 y 1917 con el fin de renovar el arte, hacerlo más libre y moderno; inspirado en la naturaleza y la revolución industrial. Lo mismo se dio en arquitectura, escultura, pintura y literatura. Esta corriente tuvo un gran auge en México e Hispanoamérica.
Destaca por una renovación del lenguaje, uso de frases extranjeras aunque con predominio a exaltar lo nacional y una marcada preferencia por la cultura francesa. El inicio del modernismo en América Latina surge en 1888 con la publicación del poemario Azul del poeta nicaragüense Rubén Darío.
En México el máximo exponente del modernismo fue Manuel Gutiérrez Nájera, quien inaugura la nueva corriente literaria con su poema La Duquesa del Duque Job.
Durante su estancia en Noruega en 1922 escribió la novela Saga de Sigrida la Blonda. Este mismo año publicó una compilación de sus poemas bajo el título Joyelero.
Sus obras más importantes son Caro Vitrix (Carne victoriosa, 1916) donde marca el influjo de Leopoldo Lugones. En 1919 publicó su novela Salamandra. Su larga estancia en el extranjero (7 años en Japón y 1 en China) le permite recibir la influencia de otras corrientes literarias en boga como el vanguardismo.
Este movimiento es exclusivo de Europa y surge después de la primera guerra mundial. Al terminar la gran guerra los artistas experimentan una crisis existencial. Dejan de creer en dios, se vuelven ateos e inician una revolución intelectual, mental y psicológica.
La literatura de esta corriente destaca por su elegancia, belleza y fuerza. Al respecto, José Emilio Pacheco considera a Efrén Rebolledo el último representante del modernismo. La novela Salamandra “significa para la literatura mexicana el testamento y despedida de la generación modernista”.
En cambio su poesía de carácter erótico “se desprendió del pudor que dominaba en el campo literario mexicano del momento, lo cual influyó sobre otros escritores, como López Velarde, que vieron en Rebolledo como un predecesor”.
Efrén Rebolledo, hombre cosmopolita que combinó su labor diplomática con su vocación de escritor y poeta.
