Desaparición de Poderes en los estados de la Federación mexicana
- Por rencillas políticas entre partidos piden desaparecer los poderes en Guerrero y Guanajuato
La crisis social que viven los mexicanos en diversos estados del país, derivado de la incapacidad política de los gobiernos en turno para controlar las bandas criminales que gobiernan de manera alterna, hizo que en marzo pasado el Senado de la Republica emitiera una propuesta para desaparecer los poderes en el estado de Guerrero.
Esto a consecuencia de la muerte de un estudiante de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa a manos de policías estatales. Luego de estos hechos un grupo de alumnos quemó una patrulla de la corporación en señal de protesta que generó caos y causo alarma en Chilpancingo, Guerrero.
La actual Ley sobre desaparición de poderes en los estados fue expedida el 29 de diciembre de 1978, durante el sexenio de José López Portillo.
La desaparición de poderes se da en una situación extrema. Es una facultad reconstructora de los poderes constituidos en los estados. Únicamente el Senado puede desaparecer los poderes en un estado, pero el Presidente de la Republica puede vetar dicha propuesta.
Esta acción implica desaparecer los tres órdenes de gobierno en un estado (poder ejecutivo, legislativo y judicial). Una vez que desaparece el poder ejecutivo y legislativo, el Ejecutivo Federal propone una terna para nombrar un gobernador sustituto, mismo que debe aprobar el Senado, mientras se realizan nuevas elecciones.
La disposición constitucional que regula esta función está contenida en las fracciones V y VI del artículo 76 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Los motivos por los que se da la desaparición de poderes pueden ser: sublevación de poderes locales contra la federación, movimientos revolucionarios, movimientos rebeldes internos, conflictos políticos, dualidad de poderes, responsabilidad oficial, prorroga de funciones, vacío de poder; entre otros.
De 1872 a 1975 han ocurrido 65 declaratorias de desaparición de poderes. Tan solo en el siglo XX a partir de 1918 se dieron 48 declaraciones de desaparición de poderes locales por rebeliones contra el gobierno federal. En el estado de Hidalgo se formuló una en 1975, por falta de garantías individuales.
GRAN VIOLENCIA EN DOS ENTIDADES
En días recientes la petición para desaparecer los poderes en el estado de Guerrero fue turnada a la Comisión de Gobernación por la Senadora Alejandra Reynoso Sánchez del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN), dado el clima de inseguridad y violencia que viven los guerrerenses de unos años para acá, crisis acentuada a partir de la devastación económica que dejo a su paso el huracán Otis (25 de octubre de 2023) en el Puerto de Acapulco. Actualmente, Puerto controlado por la delincuencia organizada.
En respuesta a esta petición, la representante del bloque opositor, Senadora Antares Vázquez Alatorre del partido MORENA también formuló una solicitud para que desaparezcan los poderes en el estado de Guanajuato, entidad gobernada por el panista Diego Sinhue Rodríguez Vallejo.
El motivo: abandono de funciones del Gobernador del Congreso del estado y de su poder judicial, lo que redunda en crisis de derechos humanos y violencia en dicha entidad. En Guanajuato existe un precedente de desaparición de poderes, el cual se dio el 8 de enero de 1846 a raíz de una matanza ocurrida en la ciudad de León.
“ESTO ES COSA SERIA SEÑORES DIPUTADOS”
Desaparecer los poderes en un estado es cosa seria señores Senadores, no se trata de rencillas políticas que solo dañan los intereses de los mexicanos, porque la desaparición de poderes- dicen los legos- implica un daño al sistema federal mexicano, no solo al Presidente en turno. Cuando vemos escenas y comentarios como los expresados por el Senador Salgado Macedonio, no deja de causar indignación.
Extrañamos los discursos inteligentes de políticos experimentados del pasado reciente como Porfirio Muñoz Ledo o una Beatriz Paredes. Es tiempo de unión, no de división de partidos que solo daña a la sociedad en su conjunto. La división de partidos políticos en la historia de México solo ha desatado guerras fratricidas.
Es el peor momento para formular la desaparición de poderes porque son tiempos electorales. Muchos mexicanos están hartos del sistema de gobierno actual, pero demos una oportunidad a la democracia mediante unas elecciones pacíficas.