Cuestionamientos sobre el asilo al ex presidente de Bolivia, Evo Morales
Vaya relajo que se trae el gobierno de AMLO con el asilo político que dio al ex mandatario de Bolivia, Evo Morales, al que le ha brindado una serie de privilegios que dan envidia, porque le pusieron los guardaespaldas que tenían los ex presidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, además de que lo llevan a comer a lugares elegantes y costosos en la Ciudad de México, lo cual provoca molestia en algunos sectores de la población por el gasto excesivo que hace el supuesto gobierno de la «austeridad».
Pero muy independientemente de esto, la presidenta interina de aquel país, Jeanine Añez, critica duramente que el gobierno mexicano le dé asilo a un dictador que ha provocado enfrentamientos y muertes en el país andino, donde afirma que Evo Morales sigue incitando a su gente a la violencia y apenas el pasado viernes hubo ocho muertos a balazos en las calles.
También afirma que es ilegal que el ex presidente esté incitando a sus seguidores en las redes sociales y que hasta ofrezca conferencias de prensa en México, además de que los supuestos asilados de su gobierno en la embajada de nuestro país en Bolivia, entran y salen como si nada. ¿Entonces para qué se asilaron?
La realidad es que ese país merece vivir en paz y si ya no quieren a Evo Morales, pues ya que los deje en paz, lleva 14 años en el poder y todavía cometió un gran fraude para seguir en la presidencia. Esto no se vale, no es democrático y no hay ningún argumento que lo avale, se le llama «dictadura».
Es una pena que todavía haya gobernantes que se empecinen en tener el poder y que no lo quieren dejar por ningún motivo, como ocurre en Venezuela con Nicolás Maduro y en Nicaragua con Daniel Ortega, o en Cuba.
Sólo esperamos que en México no vaya a ocurrir esto con el gobierno populista de Andrés Manuel López Obrador, él dice que terminando su mandato se va y ojalá que así sea, por el bien de todos.
Ya mucho nos costó llegar a la democracia en México y no podemos perder este gran logro.