Sí al desarme, sí a la paz

Sí al desarme, sí a la paz

El viernes 10 de enero la Presidenta Claudia Sheinbaum dio inicio al programa “Sí al desarme, Sí a la paz”, que en coordinación con las instituciones de seguridad, gobiernos estatales y municipales e iglesia católica se pretende reducir la violencia y concientizar a la población del riesgo de tener armas de fuego en casa.

El programa de desarme voluntario comenzó en el atrio de la Basílica de Guadalupe donde se intercambiaron armas de fuego por dinero y juguetes bélicos por juegos de mesa. Este programa expresó la presidenta se llevará a cabo en todo el país comenzando con los estados y municipios más violentos como Baja California, Estado de México, Guanajuato, Guerrero y Tabasco. Al llamado acudieron algunos ciudadanos con armas que prácticamente han caído en deshuso dado el avance tecnológico del nuevo armamento.

En escenas transmitidas por los medios de comunicación, vimos entregar armas calibre 22, rifles de cacería, escopetas, pero no vimos entregar armas largas o cuernos de chivo, metralletas tipo barret, drones, granadas caceras, lanzagranadas, chalecos tácticos, pistolas de lujo usadas por los grandes capos de la droga, autos blindados de fabricación artesanal, equipo de radiocomunicación o cámaras de video vigilancia  que a menudo son usadas por los delincuentes para enfrentar a elementos del Ejército o Guardia Nacional. En general se entregaron armas obsoletas de años atrás, como para crear un museo.

Es la segunda vez en lo que va del siglo XXI que Claudia Sheinbaum a través de la Secretaría de Gobernación y la SEDENA convoca a la población a canjear de manera voluntaria armas bélicas por dinero. En febrero de 2023, siendo Jefa de Gobierno de la Ciudad de México hizo un llamado a las familias citadinas a entregar armas de fuego por dinero.

Las campañas de despistolizacion de la ciudadanía son aplicadas por los gobiernos después de vivir una guerra ya sea mundial, civil o cuando los ciudadanos viven un clima de inseguridad como México viene padeciendo los dos últimos sexenios. Sin duda es una iniciativa positiva, es como dar una bofetada con guante blanco a los criminales, sin embargo, investigadores del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM se cuestionan sí realmente tendrá éxito este programa, ya que toda campaña de desarme debe estar dirigida a los ciudadanos agresores, no a los ciudadanos pacíficos que tienen armas en sus casas para su defensa personal.

CIUDADANOS DESPROTEGIDOS

En ese sentido “la campaña es profundamente antisocial, porque deja desprotegido al ciudadano frente al agresor”. Por otro lado, el mexicano opta por las armas de fuego debido al clima de violencia que se vive a diario o al sentirse desprotegido por las instituciones encargadas de brindarle seguridad. Son pocos los ciudadanos que hacen frente a los delincuentes cuando son víctimas de agresiones como asaltos. Generalmente los delincuentes operan en bandas, con los rostros cubiertos y portando armas largas.

Dejando al ciudadano totalmente desprotegido ante la ineptitud de la policía que nunca está cuando se necesita. Por eso algunas personas están empezando a organizarse y hacerse justicia por su propia cuenta. Cada vez son más frecuentes los linchamientos en masa.  Lo que refleja el grado de descomposición social al que ha llegado la sociedad mexicana.

Otro factor importante de la violencia que padece nuestro país es el tráfico ilegal de armas. Se debe combatir la distribución de armas en el mercado negro que muchas veces son vendidas por las propias autoridades de seguridad; debido a la corrupción de los policías y al sistema judicial que de los tres poderes es el más corrupto.

La solución -dicen- es “modificar los códigos penales haciendo más severas las leyes para los delincuentes, así como legislar las armas de fuego”. Respecto a la legalización de las armas es incierto que con dicha medida se termine el tráfico ilegal de armas que generalmente proviene de los Estados Unidos. Por ejemplo, la legalización de las drogas en Norteamérica no ha contribuido a disminuir su consumo, al contrario ha crecido la demanda de drogas naturales y sintéticas.

Y es que si no hubiera consumidores no habría comercio de estupefacientes. Estados Unidos persigue, castiga y enjuicia a líderes del narcotráfico de nacionalidad mexicana, pero no procesa a sus pares estadounidenses.

Coincido en que debe haber cero impunidad contra la delincuencia organizada, contra quienes roban, trafican o asesinan a sangre fría. Combatir el tráfico ilegal de armas sí, pero también la desigualdad social. Fomentar el empleo entre las personas económicamente activas, la educación de calidad y una vida digna a cada mexicano para que no tenga que migrar al extranjero o formar parte de la delincuencia organizada.

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