Las Águilas entrenan ante más de 35 mil aficionados, como alguna ocasión lo hicieron Monterrey y Tigres

Las Águilas entrenan ante más de 35 mil aficionados, como alguna ocasión lo hicieron Monterrey y Tigres

El América abrió las puertas del Estadio Azteca, como en su tiempo lo hicieron Tigres y Monterrey, para rodearse del cariño, aliento y las ilusiones de más de 35 mil aficionados, antes de disputar el título de la Liga MX.

Fue el encuentro de la nación azulcrema con sus héroes contemporáneos. Para todos, el cántico fue el mismo: “¡Otra Copa, queremos otra Copa…!”.

En las calles cercanas al Coloso de Santa Úrsula pareció ser un día de partido. Sucedió lo mismo en El Volcán y el Estadio BBVA, en diciembre de 2017, justo en los días previos a la primera definición en la historia de un clásico regio. Allí estuvieron decenas de comerciantes, con sus puestos de comida, playeras y pósters. Ayer, en su casa, fue el turno de los de Coapa.

La gente respondió como suele hacerlo los fines de semana; sin embargo, algo falló en la cancha. Porque después de la visita de la NFL, y del evento de hace unos días de Antorcha Campesina, el césped volvió a mostrar afectaciones graves en varios sectores. Uno de los más evidentes, ubicado en la portería de la cabecera sur.


LÍDER. MIGUEL HERRERA, TÉCNICO DEL AMÉRICA, DIRIGIÓ LA PRÁCTICA PESE AL MAL ESTADO DEL CAMPO. FOTO: MEXSPORT

Lo que sirvió como zona de anotación en el encuentro entre Chiefs y Chargers, en el Monday Night del 18 de noviembre pasado, se convirtió en un campo seco, quemado por el frío y el constante desgaste, en un entrenamiento que contó con plantel completo, bajo el mando de Miguel Herrera. Y que tuvo la presencia de Edson Álvarez, futbolista del Ajax, como espectador en las bancas.

No hubo, sin embargo, razones para que El Piojo frenara la práctica. Y eso lo agradeció la gente. Porque, a pesar de cuidar el ritmo y la intensidad de los movimientos, las Águilas ofrecieron casi dos horas de trabajo con el mejor ambiente. En las tribunas, volvieron los trapos, tambores y banderas gigantes, restringidos por la Liga MX para los juegos.

Hacia el final, de las tribunas surgió un viejo grito de guerra: “¡Vamos, vamos, Améeerica, que el domingo, tenemos que ganar!”. El método que un día le funcionó a Tigres en la final ante Rayados, cerró el ciclo de preparación de las Águilas ante más de 35 mil aficionados.

Noticias Relacionadas