Explosión en ducto de Pemex: la desesperación de los familiares de las víctimas de la mayor tragedia por robo de combustible en México

Explosión en ducto de Pemex: la desesperación de los familiares de las víctimas de la mayor tragedia por robo de combustible en México

«La gente corría envuelta en llamas, como antorchas humanas. Había adultos, pero también niños. Pedían ayuda, gritaban que se estaban muriendo. Y muchos murieron», cuenta entre lágrimas que no puede detener Teresa Zacarías, testigo de la mayor tragedia por robo de combustible en la historia de México.

Según los últimos reportes, 89 personas murieron tras una explosión el viernes en una toma clandestina en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, en el centro del país.

En el Palacio Municipal, hay una lista de 65 desaparecidos, aquellos que sus familiares no han localizado entre los heridos o muertos, explica a BBC Mundo Patricia González, directora en Hidalgo del DIF (Desarrollo Integral de la Familia).

La zona de la explosión está en medio de un campo de alfalfa a escasos cientos de metros del pueblo.

Este sábado los cuerpos de seguridad, militares y policías delimitaron la zona hasta donde la gente se podía acercar.

Decenas de personas esperaban fuera de este perímetro, esperando saber algo de sus familiares.

Teresa Zacarías, señala los parches quemados en el campo: «esas son las huellas de personas que corrían ardiendo en llamas. Ahí se tiraron para rodar e intentar apagarse. Otros llegaron a la zanja donde corre agua y se echaron ahí», dice.

Algunas personas ayudaban a las víctimas intentando apagar el fuego pegándoles con su ropa.

«Nunca había visto algo así, era como un infierno. Gente muriendo y era imposible ayudarles. No he podido comer ni dormir. Uno de mis sobrinos está en el hospital, con todo el cuerpo quemado», dice.

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Image captionEn el sembradío todavía quedan bidones y zapatos abandonados.

En el sembradío todavía quedan zapatos abandonados sin su par. También, contenedores de todos los tamaños en los que los pobladores de los municipios aledaños se acercaron a tomar combustible.

Varios testigos explican que la mayoría de víctimas fueron hombres. Que muchos llegaron al hospital en shock, con el cuerpo quemado, como acartonado, y la mirada pedida.

«Gasolina gratis»

Los vecinos de Tlahuelilpan cuentan que por las redes sociales y de boca en boca se extendió el rumor que en estaban «regalando gasolina» y que eso causó que muchos se acercaran al lugar con contenedores.

Hidalgo, es uno de los estados del país que ha sufrido la escasez de gasolina en las últimas dos semanas, desde que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador emprendió una serie de acciones para frenar el robo de combustible en el país, conocido popularmente como huachicoleo.

Muchas personas todavía buscan a sus familiares desaparecidos.
Image captionMuchas personas todavía buscan a sus familiares desaparecidos.

«Somos campesinos y vivimos al día. Necesitamos la gasolina para transportar nuestros productos y venderlos. Mis hijos estaban desesperados y por eso cuando oyeron ese rumor, dos de ellos vinieron», dice un hombre mayor que prefiere no dar su nombre.

El menor de los hermanos, de 22, está ahora en un hospital, con gran parte de su cuerpo quemado. El mayor, de 41 años y padre de 4, está sin localizar.

«Su hermano dice que ya no lo busquemos, que murió en la explosión. Yo no lo puedo creer, estoy muy triste y la impotencia me quema por dentro: uno de mis hijos está muy grave y otro tal vez muerto y todo por conseguir un bidón de gasolina», dice.

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Image captionCitlatli Jazmín muestra una foto de su tío, Marco Antonio San Juan, de 30 años, que está desparecido.

También, en el sitio de la explosión espera Marta Quintero, para saber de su hijo, Cristian Quintero, de 14 años. «No sé por qué se acercó a este lugar. Creo que fue por curiosidad, que vino con amigo, Jonathan Estrella, de 16 años. Pero estoy preocupada porque no sé nada de él», dice la mujer con la mirada perdida.

Fuera del Palacio Municipal, Citlatli Jazmín muestra una foto de su tío, Marco Antonio San Juan, de 30 años, que también está desparecido.

Dice que se acercó al lugar con su otro tío, Juan, que ahora está en el hospital. «Es panadero y necesitaba transportar el pan. No tenía gasolina», dice entre llanto.

La gente que está a su alrededor coincide: «sin gasolina no se puede trabajar, no se puede ganar dinero para sobrevivir».

«Falta de empleo»

Hidalgo es un estado estratégico para la distribución de combustible en el país.

Está en el centro de México y conecta las zonas de explotación de combustibles en el mar, en Veracruz, con la refinería de Tula, una de las más importantes en el centro del país, desde donde surte a gran parte del mercado nacional, explica a BBC Mundo Ricardo Baptista, presidente del Congreso de Hidalgo.

Dice que por eso es un estado en el que existe una alta incidencia de robo de combustible desde hace más de 2 décadas.

Esto se suma a la falta de empleo, «un problema muy grave en la región».

Según las autoridades, el huachicoleo, como se conoce al robo de combustible, le costó al México USD$3.000 millones en 2018.

«En este accidente tan letal hubo muchos factores: que la gente quiso venir a hacerse de gasolina gratis ya que está muy cara y escasa. Pero también se juntó con la ignorancia del riesgo que corrían y de la curiosidad de venir a ver qué pasaba», asegura una testigo a BBC Mundo.

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Image captionDecenas de familias buscan a sus desaparecidos tras la explosión.

Como la mayoría de los entrevistados, prefiere no dar su nombre, sobre todo los que creen que las víctimas tuvieron parte de la responsabilidad.

«La gente tiene mucha necesidad, pero es difícil entender que arriesgaran su vida por unos litros de gasolina», dice.

También, a pie de calle en Tlahuelilpan, entre el silencio del luto, se escuchan algunas críticas a la cruzada del gobierno para parar el robo de combustible.

La explosión dejó decenas de muertos y heridos.

«Creemos que parar el huachicoleo es muy buena idea, pero tendrían que haber tenido un plan para asegurar el abastecimiento. El no tener acceso a la gasolina, creó mucha necesidad y que la gente fuera a arriesgar su vida», comenta un vecino.

A Tlahuelilpan llega una de sus noches más tristes. Decenas de familias lloran a sus muertos. Otras tantas no saben dónde están sus seres queridos y esperan alguna noticia fuera de las funerarias o del lugar del accidente.

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