Lucran con la migración
Más allá de la aparente obsesión del presidente Donald Trump con la construcción de una valla en la frontera con México, un reporte del Transnational Institute afirma que EU sólo intensifica una estrategia militarista con una larga historia.
Entre 2006 y 2018, organismos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) otorgaron más de 300 mil contratos, con un valor de 85 mil 500 millones de dólares, para vigilancia y seguridad.
Según el informe, “la historia del control fronterizo de Estados Unidos y el fuerte consenso político a favor de la militarización de la frontera, es anterior al gobierno de Trump”.
El documento “Más que un Muro”, hecho en colaboración con el grupo “No Más Muertes”, ese “consenso político” ha sido concertado por las mayores empresas de armamento, seguridad y tecnología de la información, que han logrado ganancias con el crecimiento exponencial de los presupuestos gubernamentales destinados al control fronterizo.
El reporte asegura que gracias a sus interacciones políticas con funcionarios, partidos y legisladores, esas empresas “han creado un poderoso complejo industrial de fronteras” y que la información a su disposición demuestra que son ellas “las que han dado lugar a una respuesta predominantemente militarizada frente a la migración y, por lo tanto, se han convertido en uno de los mayores impedimentos para una respuesta humana frente al fenómeno”.
De acuerdo con cifras incluidas en el documento, entre 2006 y 2018, el DHS, a través de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, la Agencia de Inmigración (ICE) y la Guardia Costera emitieron unos 344 mil contratos por valor de 85 mil 500 millones de dólares (mdd).
El ICE emitió 35 mil contratos, por 18 mil 200 mdd; la CBP, 64 mil, por 27 mil mdd, y la Guardia Costera, 245 mil por 35 mil 300 mdd.
El informe identificó a 14 compañías como “gigantes del negocio”: Accenture, Boeing, Elbit, Flir Systems, G4S, General Atomics, General Dynamics, IBM, L3 Technologies, Lockheed Martin, Northrop Grumman, PAE y UNISYS.
Según el informe, la lista está claramente dominada por las mismas empresas globales de armamento que se benefician de los altos niveles de gasto militar de Estados Unidos.
El informe menciona también a CoreCivic y Geo Group, dos empresas penitenciarias privadas que, junto con G4S, desempeñan un papel destacado en la prestación de servicios de detención de inmigrantes.