Cómo una variante COVID se hace más contagiosa y de qué modo se rastrea su presencia en México
Los virus mutan por naturaleza y el SARS-CoV-2 que produce la COVID-19 no es la excepción. Esas mutaciones producen las variantes, que en los últimos días han generado confusión y miedo, sobre todo porque se habla de un incremento en la presencia de casos infectados con la variante Delta y una supuesta baja en la efectividad de las vacunas.
Si bien es cierto que variantes como Delta pueden ser más infecciosas, también lo es que hasta ahora las vacunas siguen protegiendo de tener un caso grave de COVID. El virus, como nos explicaron especialistas, seguirá teniendo cambios, con una variante predominando respecto a otras.
Sin embargo, lo que prevalece es el llamado a tener medidas de prevención, como sana distancia y uso de cubrebocas. Con eso en cuenta, podemos hablar respecto a la forma en que el virus cambia, y cómo es que en el país se vigila esa transformación:
El cambio de ‘piezas’ hace a un virus más infeccioso
Todos los organismos que tienen ADN sufren mutaciones genéticas. En este caso, los virus comienzan a replicarse dentro de las células de las personas que infectan, y los errores del copiado del genoma generan esas mutaciones. Es algo “común, normal y natural”, explica el doctor Alberto Cedro Tanda, investigador en Ciencias Médicas y Coordinador del Equipo de Secuenciación de SARS-CoV-2 del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN).
Una de las características que más se ha repetido sobre las variantes es que se transmiten con mayor facilidad.
El doctor Cedro explica que las mutaciones más preocupantes se han observado en la proteína Spike, que es la sustancia que envuelve al virus y con la que se une a los receptores de las células que infectan.
“Un virus que tiene la capacidad de unirse mejor a las células que infecta, es un virus que contagia más”, señala.
Dentro del virus también se han observado cambios en las proteínas, que también pueden mutar para que el virus se replique más rápido en el organismo.
Pongamos como ejemplo a la variante Delta.
Cedro señala que lo que hace que sea más transmisible es que la mutación sustituyó un aminoácido por otro en dos regiones en la proteína Spike, lo que hace que el virus pueda unirse (a nuestras células) con mayor facilidad.
A estos cambios en los aminoácidos se les llama sustitución, y podemos entenderlo mejor si imaginamos que el virus está envuelto en una construcción hecha con bloques de juguete.
Cada bloque o pieza tiene diferentes colores, y cada color es un aminoácido que forma a la proteína Spike.
Ocurre una mutación cuando las piezas cambian de orden, por ejemplo el color rojo se coloca en la posición que antes tenía una pieza azul, y eso hace que la proteína Spike se una más a la célula que va a infectar.
Pero también se han seleccionado mutaciones que quitan “algunas piezas”.
Siguiendo el ejemplo de los bloques de juguete, Cedro dice que podría suceder que la mutación elimine un lego de color verde. De ese modo, el sistema inmunológico que ya tiene anticuerpos por vacuna o por alguna infección previa, al no ver el lego verde, no reconoce al virus con tanta facilidad. A esto se le llama deleción.
“El virus tiene una deleción de ese aminoácido, así que el sistema inmune ya no lo reconoce con la misma eficiencia y la infección se produce a pesar de la vacunación o enfermedad previa”, explica.
Esta es la razón por la que la eficacia de las vacunas podría no ser igual para todas las variantes.
Aún así, las vacunas sí protegen de morir
“Las vacunas no se diseñaron para evitar que haya transmisión”, refiere Cedro. “Es decir, a pesar de estar vacunado hay una probabilidad de que tú puedas infectarte y seguir transmitiendo el virus”.
Las vacunas, en cambio, “están diseñadas para evitar hospitalización y muerte”.
En un estudio publicado en la revista The Lancet desde el 14 de junio, del cual te hablamos en esta nota, los investigadores encontraron que aunque la efectividad de las vacunas Pfizer y Astrazeneca sí disminuye frente a la variante Delta cuando se trata de lograr evitar enfermar de manera leve o asintomática, las posibilidades de enfermar gravemente o morir son casi inexistentes si se está vacunado con esquema completo, es decir, con las dosis que cada fabricante haya especificado para su vacuna.
El especialista advierte que los estudios respecto a las vacunas y variantes “son piezas de un gran rompecabezas, todo avanza muy rápido, las variantes avanzan muy rápido y tratamos de ir a la par en esa carrera”, por lo que esta información todavía está en constante desarrollo.
Sin embargo, en tanto se tienen otro tipo de conclusiones, es importante seguir manteniendo las medidas de protección, para evitar más contagios.
La selección natural hace que una variante sobresalga de las otras
Hasta el momento se conocen más de 70 variantes, pero solo algunas son catalogadas como de interés o preocupación, explica el investigador.
Las variantes de interés son 11 y las de preocupación 4: Alfa, Beta, Gamma y Delta. “Empezaron como variantes de interés pero se detectó que desarrollaron características ventajosas para el virus, y malas para la población”, dice Cedro.
Entre esas características, es que son más transmisibles.
En los últimos días mucho se ha hablado de la presencia sobresaliente de la variante Delta en México, y aunque sí se ha observado con más frecuencia en algunos estados del país, no es el caso de todo el territorio. Además, hay una explicación científica para entender porqué esta variante está sobresaliendo.
“Es un tema de selección natural, cuando hay unas mutaciones de este tipo se le da la ventaja a un virus por encima de otros, y eso es lo que genera las variantes y su propagación”, señala el doctor Cedro.
Un ejemplo de esto lo observamos en la Ciudad de México, donde durante algunas semanas la mayoría de las muestras secuenciadas encontraron que había una variante con presencia significativa. A esta variante se le conoce mejor como 519, y se cree que pudo originarse en México o Estados Unidos.
El doctor Cedro narra que la variante 519 estuvo a punto de ser ascendida a “variante de interés”, por sus múltiples apariciones en la Ciudad de México, pero poco a poco esta variante fue desplazada.
“El INMEGEN se dio cuenta que circulaba una variante catalogada como B.1.519 que fue detectada en el 90% de las muestras secuenciadas entre febrero y marzo, pero con la llegada de las variantes de preocupación empezaron a desplazar esta variante, debido a que son más capaces de transmitirse”, explica.
Este desplazamiento se observa mejor en la gráfica del CoViGen, en dónde durante algunas semanas la variante 519 de color amarillo sobresale, pero poco a poco va perdiendo terreno frente a las variantes de preocupación:
La importancia de la vigilancia genómica
Todo lo anterior, lo sabemos gracias a la vigilancia genómica que consiste en analizar muestras representativas de casos positivos de COVID-19 en una región.
De esta forma instancias como el Instituto de diagnóstico y referencia epidemiológicos (INDRE), el INMEGEN y el Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica (CoViGen-Mex) emplean técnicas de secuenciación para analizar el genoma del virus que hay en algunas muestra de pacientes con COVID. De esa forma se puede saber cuáles son las variantes que están circulando en una región.
En un seminario organizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) , Ernesto Ramírez González, titular de la unidad de desarrollo tecnológico e investigación molecular del INDRE, explicó que en México se han secuenciado cerca de 17,165 virus.
Aunque no hay muestras suficientes secuenciadas en todos los estados por lo que no se puede hacer un análisis completo de todo el país, gracias a los datos aportados por todas las instituciones que hacen esta vigilancia se sabe que la variante Betta es la que menos presencia tiene en México; Alfa está presente principalmente en los estados del norte del país y del centro, al igual que Delta; mientras que Gamma principalmente está en el sur, según expuso Ramírez González.
En este sentido, también señaló que el aumento de la variante Delta en la ciudad de México no representa necesariamente la situación de todo el país. En Yucatán por ejemplo lo que más se presenta es la variante Gamma, al igual que en Quintana Roo; mientras que en Tabasco la que tiene mayor presencia es la 519.
Esto se debe a que no se tienen el mismo número de muestras secuenciadas en todos los estados, por lo que aunque se tiene una idea de la presencia de las variantes en alguna parte del territorio, no en todos los estados se puede asegurar que es la que más predomina o si es la única.
Esta información es importante, como señala la doctora Maria Julia Marinissen, agregada de Salud en la Embajada Estados Unidos en México, no solo para saber cómo se distribuyen las variantes, sino también para tomar decisiones políticas y de salud pública, como restricciones de viajes y la apertura o cierres de las fronteras.