Conagua y Sacmex descargaron e inundaron con aguas negras a Tula; se planeó así para salvar al Valle de México
La lluvia que cayó sobre Tula entre el 6 y 7 de septiembre no fue atípica como para provocar el desbordamiento del río y la inundación de la ciudad, como han insistido funcionarios de todos niveles, como el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hubo otros factores que detonaron la inundación en Tula: primero, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) y la Comisión de Aguas del Estado de México (CAEM), que operan el sistema de drenaje del Valle de México, decidieron expulsar aguas pluviales y aguas negras hacia el río Tula para evitar la inundación de la capital y municipios conurbados, como confirma información oficial consultada por Animal Político.
Pero además, las presas del sistema hidrológico de Tula estaban llenas más allá de su capacidad, lo que contraviene protocolos oficiales; y el actual gobierno federal no efectuó las medidas de ampliación y corrección del río Tula recomendadas por la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) desde 2017 para que su cauce soporte las aguas enviadas por la CDMX mediante sus túneles emisores.
Bitácoras a las que tuvo acceso este medio sobre la aplicación del Protocolo de Operación Hidráulica del Valle de México demuestran que, entre las 9:05 de la noche del lunes 6 de septiembre y hasta las 2:00 de la madrugada del martes 7 de septiembre, el sistema de drenaje operado por Conagua, Sacmex y CAEM bombeó aguas pluviales y residuales hacia el río Tula.
El periodo en el que estuvo activo el Protocolo coincide con el momento de la inundación en la ciudad de Hidalgo. Las familias que viven en los bordes del río señalan que el desbordamiento ocurrió alrededor de las 10:30 de la noche del lunes, mientras que en el Hospital General de Zona Número 5 del IMSS, ubicado a 100 metros de la orilla, la inundación comenzó aproximadamente a las 0:30 horas de la madrugada del martes.
Al sistema de drenaje del Valle de México lo gestiona la Comisión Metropolitana de Drenaje, constituida por representantes de la Federación, a través del Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM) de la Conagua; la CDMX, a través Sacmex, y el Estado de México, a través de la CAEM, según su Manual de Diseño Estructural y Funcional. La Comisión Metropolitana está facultada como máxima autoridad en materia de operación del sistema de drenaje y control de inundaciones ante fenómenos extremos, y, según el manual, toma decisiones por consenso de las partes con voz y voto, las cuales adquieren el carácter de obligatorias cuando son unánimes. Aun cuando Hidalgo recibe las descargas de aguas negras y pluviales acumuladas en la CDMX y el área metropolitana, su gobierno estatal no está representado en la Comisión, confirmaron a este medio autoridades de la entidad.En la mesa tienen un asiento sin voto representantes de la Secretaría de Protección Civil y la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CDMX, ninguno de los cuales estuvo presente el 6 de septiembre, según se desprende del acta obtenida por Animal Político. La Comisión se rige por un “Protocolo de Operación Conjunta del Sistema Hidrológico del Valle de México”, que se elabora para la temporada de lluvias de cada año y que es suscrito por todas las autoridades participantes.En fuentes públicas está disponible el convenio de operación elaborado para 2019, en el que ya estaba considerada la entrada en operación del TEO a finales de ese año. El Protocolo establece cómo deben administrarse las 28 estructuras del sistema de drenaje (compuertas de captación y desfogue, emisores profundos, plantas de bombeo, colectores, lagunas de regulación) bajo estrictas condiciones con la finalidad de evitar, en la medida de lo posible, inundaciones en el Valle de México. Video: Inundación en Tula: La tragedia que se pudo evitarEl documento instruye que, ante pronósticos de lluvias severas —que deben ser emitidos por el Sistema Meteorológico Nacional de la Conagua con tres horas de anticipación—, se debe garantizar que los sistemas de regulación del drenaje metropolitano estén vacíos o en proceso de vaciado para que, al momento de la lluvia, se encuentren en condiciones de capacidad de regulación. José Luis Luege Tamargo, quien fue titular de la Conagua en la administración de Felipe Calderón, explica que la consigna de la Comisión Metropolitana de Drenaje es “aguantar” al máximo el llenado de los sistemas de la CDMX durante una tormenta antes de expulsar las aguas pluviales y residuales hacia Tula.
El lunes 6 de septiembre, ante la magnitud de las lluvias en el Valle de México, de 15 mm en promedio, el Protocolo de Operación Hidráulica se activó, de acuerdo con la documentación consultada.En una entrevista con Milenio, el director de la Conagua en Hidalgo, Eleazar Saucedo, dijo que, ese lunes, el Túnel Emisor Oriente y el Túnel Emisor Central operaron a su máxima capacidad, y desalojaron entre 220 y 270 metros cúbicos por segundo al río Tula. En el caso específico del Túnel Emisor Oriente, inaugurado por el gobierno de López Obrador en diciembre de 2019, se puso en acción aún cuando autoridades sabían que las obras recomendadas por Semarnat para evitar el desbordamiento del río Tula no se han realizado. La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto “Obras y acciones de protección contra inundaciones sobre el río Tula ante la descarga del Túnel Emisor Oriente”, promovida por la Conagua en 2016 y de la que este medio posee copia, establece que, previo a la entrada en operación de dicha instalación, se debían revestir de concreto 12 kilómetros del río y rectificar otros 7 kilómetros. Para llevar a cabo las obras, era necesario el cambio de uso de suelo en 9 hectáreas de vegetación del Bosque de Galería, se talarían 3 mil 631 árboles ahuehuetes de 27 metros de altura y se impactaría la fauna local.La Semarnat autorizó la obra en enero de 2017, ordenando a la Conagua implementar medidas de mitigación de daños ambientales, que incluían reforestar, instalar viveros y reubicar especies de flora y fauna.La MIA señala que las obras debían ejecutarse “previo a la entrada en operación de la descarga del TEO, con la finalidad de evitar inundaciones a lo largo de su cauce y a su cruce con las ciudades de Cruz Azul (Jasso) y Tula”.Las obras nunca se llevaron a cabo; lo mismo ocurrió con la recomendación de reubicar a decenas de familias que construyeron irregularmente sus casas en los bordes del río con la anuencia de diversas administraciones municipales, algo prohibido por la Ley de Aguas Nacionales, que establece que esas franjas, que pueden ir de los 10 a los 100 metros, son de propiedad federal y no de la competencia de los ayuntamientos.
Las presas de Hidalgo estaban a reventarEn la conferencia matutina del 9 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que un factor que provocó la inundación del centro de Tula era que las presas aledañas estaban llenas, debido a que hubo “mucha lluvia”.“En efecto, se rebasaron las presas más allá de su capacidad, esto fue lo que provocó la inundación y el que se salieran de cauce los ríos en el caso de Tula, ahí el río pasa en el centro de la ciudad. (…) El desbordamiento del río Tula se debió a eso, a que estaban totalmente llenas las presas, hubo mucha lluvia, muchísima lluvia, y ahí donde está el hospital el cauce es bastante angosto, es más angosto y ahí no resistió, y ahí se produjo mayor inundación, es el centro de la ciudad”.