¿Es viable traer agua del Valle del Mezquital a la Zona metropolitana del Valle de México?
El plan a mediano plazo propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador de extraer agua potable de la región del Valle del Mezquital para enviarla a la Zona metropolitana del Valle de México y con ello solucionar el problema de abasto de la Ciudad de México cuenta con el respaldo del gobierno de Hidalgo; los registros de carga y recarga de los acuíferos de la zona muestran disponibilidad; sin embargo, por tratarse de las filtraciones de las aguas negras del Valle de México en esa región, no es totalmente potable, por lo que, para ser destinada al consumo humano, debe ser sometida a tratamiento avanzado.
La intención ha generado preocupación entre grupos ecologistas de la zona, que consideran que con ello se acentuaría la condición de “pasivo del desarrollo de la capital del país” que se le ha dado a esa región del sur del estado de Hidalgo.
Como oportunamente le informamos, el 11 de noviembre pasado, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y los gobiernos de la Ciudad de México y Estado de México, implementaron una serie de acciones “para cuidar y conservar el abastecimiento del agua en el Valle de México”, luego de que el Sistema Cutzamala, registra un menor caudal debido a la sequía prolongada en la región.
Fue necesaria una disminución de 12.2 a 9.2 metros cúbicos por segundo en el caudal de este Sistema para la Ciudad y el Estado de México, el cual se aplicó desde el 11 de noviembre, debido a que las presas Valle de Bravo, El Bosque y Villa Victoria que lo abastecen, han resultado afectadas por condiciones climatológicas extremas.
Situación de suministro de agua no mejora
La situación no solo no ha mejorado, sino que, en las últimas semanas ha empeorado, pues los registros de la Conagua refieren que, del 12 al 18 de febrero pasados, el sistema Cutzamala suministró a la Zona Metropolitano de la Ciudad de México solo 7.9 metros cúbicos por segundo, es decir una reducción de 1.3 metros cúbicos por segundo más que lo determinado.
Concretamente envió a la capital del país 4.7 metros cúbicos por segundo y 3.1 metros cúbicos por segundo a los municipios mexiquenses del Valle de México, informó la directora general del Organismo de Cuenca del Valle de México, de la Conagua, Citlalli Peraza Camacho,
EL 14 de febrero pasado, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, informó que se tiene un plan de mediano plazo para que no falte el agua en la capital del país ni en el Estado de México.
Comentó que hace 20 años se descubrió que, debido a la construcción del gran canal del desagüe (en la época de Porfirio Díaz), todas las aguas de la ciudad se envían hacia Hidalgo. “Entonces, la naturaleza hizo su trabajo y se fue creando un acuífero en la zona del Valle del Mezquital y en la zona limítrofe de Hidalgo con el Estado de México, con un buen potencial de agua”.
Acuífero Actopan-Santiago de Anaya, podría aportar más agua hidalguense a la ZMVM
Al respecto, el gobernador del estado de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, manifestó que, según los estudios de Comisión Nacional del Agua (Conagua), el manto acuífero en la zona del Valle del Mezquital cuenta con la capacidad suficiente para abastecer, no solamente a las comunidades hidalguenses de la zona, sino para apoyar a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Incluso, detalló que su gobierno ya presentó a la Conagua el proyecto denominado Actopan–Pachuca, el cual detalla acciones que permitirían combatir el desabasto del líquido, tanto en la Ciudad de México como en el Estado de México, aunque recalcó que todo dependerá de los estudios de factibilidad, así como la disposición de la inversión necesaria en infraestructura.
Según el mandatario, los estudios de Conagua señalan que, en el Valle del Mezquital, particularmente en la cuenca de Actopan-Santiago de Anaya, hay un recurso subutilizado.
El mandatario hidalguense fue enfático al señalar que su administración está pendiente de que, principalmente las comunidades locales, tengan acceso a este recurso.
Insistió que el abasto para el estado de Hidalgo está garantizado, además de reiterar que no existe disputa ni confrontación con la capital del país y el Estado de México, sino una “suma de esfuerzos para poder aprovecharlos”.
De acuerdo con la Comisión Nacional del agua, La Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMVM) consume para uso público-urbano un caudal promedio de 59.9 metros cúbicos por segundo, de los cuales, 39.7 (66.3 %) provienen precisamente de acuíferos de la ZMVM; 15.3 (25.5%) del sistema Cutzamala (disminuido a 9.2 metros cúbicos por segundo por la sequía actual); 3.8 (6.3%) del sistema Lerma y 1.1 (1.8%) de la presa Madín y manantiales.
Según el Sistema de información geoestadístico y documental de la Comisión Nacional del Agua, el acuífero Actopan-Santiago de Anaya, de donde dice el gobernador Menchaca, podría extraerse agua para llevar a la Ciudad de México y ayudarla a solucionar el problema de abasto que actualmente padece, reporta una recarga media anual de 208.10 hectómetros cúbicos por segundo al año, una descarga natural comprometida de 90 hectómetros cúbicos por segundo al año; un volumen de extracción de aguas subterráneas de 64.6 hectómetros cúbicos por segundo al año y tiene una disponibilidad media anual positiva de 53.14 hectómetros cúbicos por segundo al año.
En tanto, del acuífero del Valle del Mezquital se reporta:
-Recarga total media anual de 515 hectómetros cúbicos por segundo al año
-Descarga natural comprometida de 293 hectómetros cúbicos por segundo al año
-Un volumen de extracción de aguas subterráneas 191.54 hectómetros cúbicos por segundo al año
-Una disponibilidad media anual positiva de 30.46 hectómetros cúbicos por segundo al año.
Si es del Valle del Mezquital, debe ser sometida a tratamiento avanzado
De acuerdo con especialistas, la alternativa de retornar el agua que proviene de lasrecargas artificiales (del drenaje) del Acuífero del Valle del Mezquital es viable, pero antes debe someterse a un tratamiento avanzado.
En el análisis “¿El agua del valle del Mezquital, fuente de abastecimiento para el Valle de México?”, elaborado por Rosalino Pérez, Rocío Jiménez, Blanca E. Jiménez y Alma Chávez, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se establece que, debido a que este acuífero se abastece de las infiltraciones del riego de un agua residual sin tratamiento, proveniente del drenaje del Valle de México, se podría pensar que existe un alto riesgo para reciclar el agua infiltrada, sin embargo, basados en los resultados sobre la calidad del agua que se encuentra en los pozos localizados en el área de donde fueron analizados 276 parámetros que corresponden a la normatividad mexicana (NOM-127-SSA1-1994) y a los criterios de la USEPA (1996), CEE (1990) y OMS (1993), se encontró que es posible realizar este reúso, pero antes es necesario que al agua se le realice un tratamiento avanzado que elimine o permita reducir los coliformes fecales y totales, nitratos, nitrógeno amoniacal, así como mercurio, plomo, sodio y sólidos disueltos totales.
El estudio geohidrológico determinó que, en una primera etapa, de esta zona se pueden disponer de 6 metros cúbicos por segundo, casi la mitad de lo que aporta el sistema Cutzamala.
Los investigadores concluyen que ninguna agua de la zona del Valle del Mezquital analizada cumple con la calidad para uso potable en forma directa ya que al menos un parámetro sobrepasa el valor establecido en la norma y/o los criterios internacionales, por lo que se requiere un tratamiento previo.
La otra opción es aumentar aportaciones de fuentes actuales
El presidente López Obrador comentó que la otra opción para solucionar el problema de abasto de agua en la capital del país es “hacer un acuerdo con el Estado de México, Hidalgo, y la ciudad, para aumentar el abasto”.
Sin embargo, esta opción se enfrenta a el estrés que acusan algunas fuentes actuales de abastecimiento para la capital fuera de sus fronteras territoriales
Por ejemplo, en el caso del agua que se trae de Hidalgo, del total del recurso que se extrae del acuífero Cuautitlán-Pachuca, en la parte correspondiente al territorio hidalguense, alrededor de 92% se envía a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y solo el 8% restante para comunidades de Hidalgo.
Ese acuífero acusa ya niveles de estrés hídrico. Según el Sistema de información geoestadístico y documental de la Comisión Nacional del Agua, el acuífero 1508 Cuautitlán-Pachuca, registraba, al 9 de noviembre de 2023 (que es la cifra pública más actualizada), una carga total media anual de 356.70 hectómetros cúbicos al año y un volumen de extracción de aguas subterráneas de 586.64 hectómetros cúbicos por segundo al año. Tiene una disponibilidad media anual negativa, es decir un déficit de 229.94 hectómetros cúbicos al año, por lo cual aumentar los niveles de extracción de ese acuífero aumentaría el estrés hídrico que presenta.
Al respecto, el director general de la Comisión Estatal de Agua y Alcantarillado (CEAA), Juan Carlos Chávez González, comentó que de los 23 acuíferos que hay en Hidalgo, cuatro se encuentran en situación de sobreexplotación y son precisamente Cuautitlán-Pachuca, Tepeji del Río, Valle de Tulancingo y Huichapan Tecozautla.
Por su parte René Romero, integrante del Colectivo de Comunidades en Defensa de la Vida y el Territorio de la Región Tolteca, dijo que es injusto usar al suelo de la zona del Valle del Mezquital como planta de tratamiento de las aguas del drenaje de la Ciudad de México que son enviadas a la zona, con el impacto ecológico que ello representa, además de que algunas colonias de Tula, padecen problemas de abasto de agua potable.
En su opinión, de concretarse la intención de llevar agua potable de esa región del sur del estado de Hidalgo a la capital del país, se estaría cerrando un ciclo injusto del agua al mandar agua contaminada, extraer agua limpia y volver a enviar aguas negras.
Eso acentuaría el papel de “pasivo” del desarrollo de la zona metropolitana de la capital del país que se le ha dado al Valle del Mezquital, mencionó.
Por otra parte, expuso que ya existe un uso excesivo del agua de la región en la industria, que tienen atención prioritaria, particularmente para las plantas de Pemex, de la Comisión Federal de Electricidad, refresqueras y las cementeras asentadas en la zona.
