“Torturé y asesiné: no sentí nada”: desde los 15 años Montse entró al narco para vengar a su novio asesinado

“Torturé y asesiné: no sentí nada”: desde los 15 años Montse entró al narco para vengar a su novio asesinado

Reinserta recogió los testimonios de menores de edad reclutados por organizaciones criminales víctimas de un contexto desigual, violento, omiso y complejo, que es el de millones de niños en el país

La infancia de Monte transcurría de forma relativamente normal, aunque su padre, de origen humilde, se involucró con el crimen organizado, le dejó claro desde pequeña que ella podría alcanzar otro tipo de oportunidades en la vida y que la apoyaría a pagar sus estudios, la desgracia inició cuando él fue ingresado a la cárcel y la pequeña perdió la brújula de su vida. Fue expulsada de la escuela, comenzó a consumir alcohol, cocaína y después la obligaron a ser el anzuelo de mujeres para una red de trata de personas en una organización criminal.

Este relato fue mostrado por la organización Reinserta, en su informe Niñas, niños y adolescentes reclutados por la delincuencia organizada que se publicó en el año 2021, y en el cual presentó un análisis de zonas en las que los menores fueron cooptados por organizaciones criminales, se describió su rol dentro de ellas y se exploraron los factores que pudieron influir en su reclutamiento.

Mientras que la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) calculó 35 mil niñas, niños y adolescentes reclutados por el narcotráfico en 2011, la cifra creció hasta 460 mil en información de las autoridades federales en 2018.

En su informe la organización rescató los testimonios de 68 menores de edad, para reflexionar, detectar y entender los factores que ocurrieron en distintas regiones del país y que orillaron a los menores de edad a formar parte de organizaciones criminales.

Montse es originaria de Apatzingan, y con 20 años de edad se cumpliendo prisión privativa de cuatro años. (Infobae)

Montse es originaria de Apatzingan, y con 20 años de edad se cumpliendo prisión privativa de cuatro años. (Infobae)

“Nací en una familia amorosa”

Originaria de Apatzingán, uno de los 16 municipios que comprenden la región de Tierra Caliente en Michoacán, Montse tuvo en sus primeros recuerdos el haber nacido en una “familia amorosa” y estar al cuidado de su madre la mayor parte del tiempo.

En su relato para Reinserta, la joven dijo que desde muy pequeña identificó que su padre trabajó para el crimen organizado, algo que él no escondió nunca y que reconoció ante ella con el objetivo de que tanto Montse como sus hermanos, no siguieran sus pasos.

“Yo sabía que la familia de mi papá también estaba metida con los narcos, algunos tíos, primos y dos medios hermanos se dedicaban a la venta de droga y trabajaban para la delincuencia, por eso, desde chica, estuve metida en ese mundo”, dijo Montse, quien también recordó que en repetidas ocasiones ella misma y una de sus primas fueron llevadas en un vehículo en el que se transportó droga para evitar los retenes de las fuerzas de seguridad.

Montse recionoció sentir más afinidad hacia su padre, aunque sabía que él trabajaba para una organización criminal. (Andina)

Montse recionoció sentir más afinidad hacia su padre, aunque sabía que él trabajaba para una organización criminal. (Andina)

Aunque su padre le dejó claro que no deseaba el mismo camino para Montse, le enseñó a disparar un arma, aunque no le proporcionó una. Recordó que cuando tenía 9 años sus padres se separaron. Montse incluso reconoció sentir más afinidad hacia su padre, a quien siguió viendo por un tiempo hasta que fue detenido.

“Eso me destrozó”, recordó Montse que dijo haber caído en depresión y haber perdido el interés en muchas cosas. Se mudó con sus tías, aunque no reveló en dónde, y después de cinco meses regresó a casa de su madre, con quien comenzó a tener diferencias.

Empecé a consumir cocaína en la secundaria

Montse recordó cómo fueron los años posteriores, cuando cursó la secundaria. Fue en segundo año que fue expulsada porque faltó el respeto a sus maestros, comenzó a tener problemas con su madre, a consumir alcohol, hasta que, a los 14 años, comenzó a consumir cocaína de manera periódica, cada 15 días.

A los 15 años dijo tener un novio que era cuatro años mayor que ella, y que era hijo de uno de los jefes de un cártel; sin embargo, fue asesinado. Este hecho desencadenó una serie de sucesos que la involucraron más con la organización criminal hasta formar parte de ella.

Con 20 años, Montse recordó que su padre no se molestó con ella al saber que estaba en prisión, sino que se dijo decepcionado. (Andina)

Con 20 años, Montse recordó que su padre no se molestó con ella al saber que estaba en prisión, sino que se dijo decepcionado. (Andina)

La forma en la que inició su acercamiento fue porque se le pidió cooperar para encontrar a los culpables del asesinato de su novio. Según lo describió, esta organización se dedicó principalmente al tráfico de drogas y a la trata de personas, principalmente para redes de prostitución que operaron en los estados de Guerrero, Jalisco y Michoacán.

“Me involucré con todo, desde el secuestro, la tortura y el asesinato, y pus no sentí nada, como si no hubiera hecho nada malo. En mi entrenamiento me dieron una pistola calibre .22 para mi trabajo y me enseñaron a armar y desarmar armas, y unas clases rápidas para poder escapar en caso de ser necesario”.

Pero su labor no tuvo nada que ver con atraer hombres. Su trabajo dentro de esta organización dedicada a la trata de personas fue ser anzuelo para mujeres, a quienes orilló a situaciones vulnerables para que los integrantes de este grupo las secuestraran.

Además de fungir como anzuelo, ella fue la encargada negociar su ingreso a las redes de prostitución. Todo ello, por un sueldo de 30 mil pesos quincenales, con días de descanso en los que pasaban semanas sin que fuera llamada a trabajar.

En su relato para Reinserta, Montse recordó que tuvo dos novios, ambos hijos de líderes de la organización criminal. CUARTOSCURO.COM

En su relato para Reinserta, Montse recordó que tuvo dos novios, ambos hijos de líderes de la organización criminal. CUARTOSCURO.COM

Vi a muchos jóvenes como yo, de 14 o 16 años

En su trabajo dentro de la organización, Montse recordó haber tenido muchos amigos y se sintió bien al ser “parte de algo” en donde la “convivencia era muy sana”. Eso sí, los obligaban a seguir las reglas para no ser castigados, pues ello implicaba ser golpeados en las nal**s con una tabla mojada, que los dejaban amarrados en un cerro sin comida ni agua o que fueran cambiados de la fracción del cártel.

Con 16 años, Montse recordó que dentro del cártel encontró a muchas personas de su edad que se dedicaron a muchas otras actividades, como halcones, sicarios o jefes de grupo. Ahí, entre esos jóvenes conoció a su novio, quien era tres años mayor y de quien quedó embarazada, aunque después perdió al bebé.

Este joven era hijo de un jefe del cártel, algo que originó que ella fuera aún más reconocida dentro de la organización. De esta forma, llegó la oportunidad de realizar un secuestro en el Estado de México, el cual dejaría una ganancia total de 10 millones de pesos.

La operación, dijo, iba bien, aunque un descuido los sentenció. La persona ala que secuestraron logró escapar de la casa de seguridad y dio aviso a las autoridades, un hecho que desencadenó que tanto ella como otros participantes en el secuestro fueran detenidos.

Montse reconoció que fungió como anzuelo para que mujeres fueran secuestradas por integrantes del cártel, cuya red de trata operó en los estados de Guerrero, Michoacán y Jalisco. (GEC)

Montse reconoció que fungió como anzuelo para que mujeres fueran secuestradas por integrantes del cártel, cuya red de trata operó en los estados de Guerrero, Michoacán y Jalisco. (GEC)

“Todo iba bien contigo”

Montse recordó que en el tiempo en el que estuvo detenida su padre salió de la cárcel, “pero no me regañó”. La joven rememoró que lo único que le dejó saber es que estaba decepcionado de ella.

Ella no culpó a sus padres por el estilo de vida por el que optó. Con 20 años de edad, Montse se mantuvo en medida privativa de la libertad.

En internamiento, pudo terminar la preparatoria, retomó el contacto con amistades de la primaria y en el caso del cártel, perdió toda relación. En sus planes, según lo dejó saber a Reinserta, era salir, reunirse con sus amigos y estudiar una carrera: “Me gustaría estudiar finanzas públicas, administración de empresas o negocios internacionales, también quiero estar de nuevo con mi familia”.

Noticias Relacionadas