Ya es tiempo de perder el temor a Donald Trump
No cabe duda de que Donald Trump odia a México, y las pruebas de estas afirmaciones ya son muchas, como el muro, la advertencia para imponer aranceles, la deportación de mexicanos ilegales y el paso de migrantes centroamericanos, entre los principales, y ahora vuelve a la carga con el señalamiento de que nuestro país no está cumpliendo para combatir el narcotráfico.
Realmente, este señor quiere que le arreglemos todos sus problemas internos y usa todo su poderío para arrodillarnos y lograr que hagamos lo que le plazca, como sucedió con las acciones para frenar el flujo migratorio en la frontera sur, lo cual ha costado muchos millones de pesos a México.
Pues ahora resulta que primero elogia al gobierno de López Obrador por regresar a los centroamericanos a sus países y ahora dice que no se ha hecho nada por combatir el narcotráfico, pero no quiere aceptar que en Estados Unidos existe un consumo millonario de drogas y que son sus jóvenes, principalmente, los que las buscan y consumen al por mayor.
¿Por qué no ve que su país está inmerso en un problema de salud gravísimo en materia de drogas? ¿Por qué no es capaz de frenar primero allá la compra de enervantes si todos sabemos que a mayor demanda, mayores ingresos?
Esto es muy simple, y el señor sólo busca echarle la culpa a nuestro país, mientras que él no hace absolutamente nada por impedir el consumo, a través de fuertes campañas de salud o de atacar a quienes «en su país» distribuyen las drogas.
Pues todo parece indicar que Trump ya le halló a la llave que hace que se cumplan sus exigencias y ahora amenaza con retener la ayuda financiera y bloquear préstamos de organismos multilaterales si México no hace más en este tema en los próximos 12 meses.
Vaya actitudes de este sujeto y mal por el gobierno mexicano, que se arrodilla y hace lo que le pide, en lugar de mostrar una actitud enérgica e independiente y de decirle a la cara sus incapacidades y falta de acciones contra el narcotráfico en su propio país. Ya es tiempo de perder el temor.