Temor generalizado por la ola de asaltos en el transporte público
Vaya temor que sufre la población de la región Tula-Tepeji ante el aumento extraordinario de los asaltos en el transporte público, que se ha convertido en el lugar favorito de los delincuentes para realizar sus atracos y despojar de todo a los pasajeros, que además tienen que aguantar la violencia armada que realizan los sujetos.
Los habitantes exigen que la policía realice acciones conjuntas con las empresas de transporte público para que se pueda atacar de manera directa a estos hampones que ya no tienen ningún tipo de temor, porque realizan sus actos delictivos a cualquier hora y principalmente en las rutas de Tula, Tepeji, Tlahuelilpan y Atotonilco, donde tienen azorados a los pasajeros, quienes temen por sus vidas.
Todos sabemos que estos delitos han proliferado ante la disminución del robo de hidrocarburo y ahora los huachicoleros ya no tienen su «mira de oro» que eran los ductos de Pemex y por eso han tenido que pasar a otros delitos, como éste de los asaltos en microbuses y camiones de pasajeros.
Creemos que este fenómeno tiene su origen en la grave descomposición que existe en las familias, donde los padres ya no forman a sus hijos con valores y principios, y donde ya no quieren luchar por trabajar y ganarse el dinero de manera honesta, pues para ellos es más fácil delinquir y ese es el ejemplo que le dan a sus hijos.
Sumado a ello está la pésima cultura de los narcocorridos, la música de banda, el reggaeton, rap, trap y todos esos ritmos que incitan a los lujos, la vida de sexo y amor libre y que, según ellos, todo es fácil de conseguir.
Y si además le sumamos la falta de oportunidades de un empleo digno y bien pagado, la falta de educación escolar y la violencia intrafamiliar, pues todo esto se integra en un «caldo» perfecto para que los jóvenes ingresen a la delincuencia y comiencen a ganar dinero fácil, pero malhabido, y que en breve tiempo sólo los llevará la violencia y la muerte.
