SIGUEN LAS CONSECUENCIAS DE LA INUNDACIÓN.
SIGUEN LAS CONSECUENCIAS DE LA INUNDACIÓN. Que tal amigos lectores, ¿cómo les va después de todo lo que ha ocurrido? primero la pandemia que nos dejó lamentablemente muertes y un gran dolor, además de problemas económicos y un cambio radical en muchas áreas de nuestras vida.
Y después llegó lo peor para los habitantes de varias calles de Tula centro y sus colonias, la severa inundación del pasado 6 de septiembre que aún no podemos borrar de nuestra memoria y que está muy presente para muchos de los damnificados, quienes, a pesar de que ya pasaron seis meses del problema, todavía hoy padecen las consecuencias.
El problema fue que el agua negra acabó con todo lo que poseían muchos habitantes, con lo que lograron tener a través de muchísimos años de arduo trabajo y esfuerzo, y así nada más, el agua llegó y lo destruyó, por ello es que persiste ese sentimiento de impotencia y dolor, porque muchas personas incluso, fallecieron después de uno o dos meses de la tragedia ya que cayeron en una severa depresión y no pudieron enfrentar esa terrible realidad.
Hoy vemos como poco a poco y lentamente, Tula va volviendo a la normalidad, aunque también hay muchos negocios y casas que continúan con las labores para arreglar sus inmuebles, todavía muchos están reconstruyendo y rehabilitando paredes y pisos, y comenzando literalmente de cero en sus comercios, con unos cuantos artículos y muy pocos muebles.
La realidad todavía es dura, aunque afortunadamente vemos que han regresado los visitantes al jardín municipal y ya vienen con sus niños a tomar un helado o subirse a los juegos mecánicos que se han instalado ahí para incentivar la economía en la zona centro de esta ciudad.
GOBIERNO MUY LENTO EN TULA.- Lo que sí vemos muy lento y sin muchos visos de avance es la actividad del gobierno de Manuel Hernández Badillo, quien se vio rebasado por la inundación y todavía no le halla la solución a muchos problemas que enfrentan los tulenses.
Como que esta administración se quedó «petrificada» y no se le ve para cuándo salga adelante.
Vemos con tristeza cómo nuestra ciudad sigue sin alumbrado público en muchas calles y el colmo es que han colocado algunas lámparas públicas que más bien parecen cerillos, porque no alumbran nada.
El alcalde dice siempre que no hay dinero, pero en cambio, sí está puestísimo para realizar la fiesta del pueblo del 18 de marzo Día de San José, y para ello el cabildo ya aprobó que se destinen ¡2 millones de pesos!
¿Se imagina usted, amigo lector, lo que se podría hacer con todo este dinero? ¿Cuántos baches se podrían tapar en las tantas calles que están muy mal? ¿Cuántas lámparas públicas se podrían comprar para las oscurísimas calles que tenemos? Muy probablemente hasta semáforos nuevos y eficientes podríamos tener.
Ah, pero lo importante es la fiesta, el que haya un show de onerosos cantantes que se llevarán el dinero, que bien podría quedarse para el pueblo o, incluso, para otorgarlo a los damnificados.
Realmente no entendemos a los gobernantes, quizá les importe más esa frase de darle sólo circo al pueblo, sin atender realmente sus necesidades más importantes.
En fin, nos despedimos con el ánimo de que pronto Tula mejore y nos leeremos para la próxima.