México baja de su nube
La noche en San Antonio, Texas, fue una milonga triste. Un baile, cuyo ritmo vivo y marcado, terminó con México al compás de Argentina. Volvió por caminos viejos el equipo tricolor, sin mostrar una idea y con varios errores. Y perdió lo más importante que ganó en estos 11 partidos: su personalidad, con una de las peores goleadas en los últimos años.
Tres goles de Lautaro Martínez (16’, 21’ y 38’), en tres errores provocados por Néstor Araujo, Edson Álvarez y Carlos Salcedo, le abrieron la puerta al conjunto argentino para hacer de este duelo una especie de fiesta. El cuarto corrió a cargo de Leandro Paredes, al 32’, con un tiro desde el manchón de penalti.
No pudo, por más que quiso, el equipo mexicano evitar la derrota. Lo superó el ritmo, la decisión, la contundencia de una Albiceleste que, sin Lionel Messi, se mostró superior en la mayor parte del juego. Específicamente, a partir del minuto 10, que fue el tiempo en el que el Tricolor se mantuvo en la pelea. Después, todo favoreció a los de Sudamérica.
El complemento se equilibró con los cambios de Gerardo Martino. Porque, entonces, México atacó y defendió con mayor orden, con intentos aislados de Raúl Jiménez e Hirving Lozano.
La derrota llegó para El Tata, después de 11 partidos invicto desde su llegada como seleccionador. Ocurrió justo contra Argentina, un equipo top, con una milonga triste que exhibió su lado más débil.