Gran riqueza arqueológica encontró el INAH en la construcción del gasoducto Tula-Villa de Reyes
La obra pasa por 5 entidades del país y en total extrajeron 9 toneladas de materiales arqueológicos. * En Tula destacó el hallazgo de 43 cráneos cerca de la zona arqueológica
La tarde – noche del pasado viernes, el encargado de la dirección de Salvamento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Jesús Cristóbal Valdez Hernández, presentó ante habitantes tulenses algunos resultados parciales del salvamento arqueológico del gasoducto ramal Tula – Villa de Reyes de la Comisión Federal de Electricidad, en el periodo 2016 – 2019.
En una conferencia de prensa que tuvo verificativo en la Sala Histórica Quetzalcóatl del centro de la ciudad, el estudioso explicó que la obra federal, responsabilidad de la CFE, tiene una longitud de 420 kilómetros y que pasa por los estados de Hidalgo, México, Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí, en la superficie correspondiente a 21 municipios de la República.
Pormenorizó que, como encargados del salvamento arqueológico de los trabajos federales recorrieron un total de 11 mil 131 hectáreas del trazo principal Tula – Villa de Reyes, cuya longitud es de 7 mil 627 hectáreas.
En el tema arqueológico, dijo que después de una prospección realizada entre noviembre de 2016 y junio de 2017, se registraron un total de 102 sitios arqueológicos alrededor de los 420 kilómetros del gasoducto, con análisis de 3 mil 504 fragmentos de alfarería y 6 mil 373 objetos de lítica y que en la etapa de excavación que inició el 21 de agosto de 2017, se realizaron 62 excavaciones.
Pormenorizó que de estos trabajos se extrajeron 9 toneladas de materiales arqueológicos que aún están por analizar, y dijo que la mayor parte de los materiales descubiertos se intentarán exhibir y preservar en los museos de sitio del INAH de los estados donde se desenterraron para no generar una centralización de material arqueológico en la sede central del INAH en la Ciudad de México.
HALLAZGOS EN TULA
En lo que respecta al área de Tula el experto señaló que para preservar el patrimonio arqueológico y azteca -que es el que mayor presencia tiene en la zona- en algunos puntos del trazo original del gasoducto se hicieron modificaciones o desvíos de ruta e incluso perforado para pasar el gasoducto por debajo de las áreas vestigios prehispánicos a fin de no afectarlos.
En la franja que va del fraccionamiento Arboledas en El Llano segunda sección al río Tula, en el tramo que pasa a un costado de la autopista Arco Norte, casi a la llegada a la presa Endhó, aseveró que hubo 10 unidades de excavación con al menos seis perforados entre 3 y 14 metros de profundidad, según los requisitos de preservación y de la obra misma.
Dentro de las 10 unidades excavadas detalló que se encontraron unidades habitacionales, cerámicas, muros, enterramientos, la mayoría con ofrendas, restos de un palacio, estuco, dos altares, hornos -que se piensa pudieran estar relacionados con el cambio de siglos prehispánicos cada 52 años-
Dio a conocer que en el área cercana a la zona arqueológica de Tula, donde están los “atlantes” se encontraron dos patios hundidos además del enterramiento de una mujer azteca que se hizo sobre una vivienda tolteca, la cual fue previamente destruida.
Valdez Hernández consideró que todos los vestigios recuperados en Tula son de suma importancia, por lo que descartó que haya alguno “más importante”, aunque admitió que de entre ellos, quizá dos de los más destacables son 43 cráneos encontrados cerca de la barda de la actual zona arqueológica además de 26 entierros completos de niños, jóvenes, mujeres y hombres, que estaban acompañados de sus respectivas ofrendas.
Habló de la particularidad de los 43 cráneos hallados, divididos en dos grupos, uno de 19 y otro de 24. pero con la extravagancia de que tienen una perforación en la parte superior del cráneo, misma que hasta ahora no se había visto en ninguna parte de México.
“Los cráneos con perforaciones hasta ahora localizados, tienen los huecos ubicados en los costados, lo que hace pensar que está asociado al Tzonpantli o muro de cráneos, pero nunca los habíamos localizado con aberturas en la parte superior”.
Ante ello, Cristóbal Valdez, adelantó que tendrán que investigar por qué a los cráneos les hicieron un orificio en la parte superior de la cabeza, pesquisas que primero deberán hacer en códices y crónicas de la vida prehispánica elaboradas por los frailes católicos que llegaron a evangelizar Mesoamérica y después en bibliografía ya existente para averiguar si esta perforación ya se había visto en algún sitio.
Cabe destacar que de acuerdo al propio arqueólogo, los resultados presentados en la sala histórica del centro de Tula, son apenas preliminares, pero que la investigación final será entregada dentro de año y medio, la cual comprometió venir a dar a conocer a Tula.
