Amber Heard: el golpe mortal al movimiento #MeToo
La imagen de Heard, una mujer cuya marca es ser una rubia glamorosa, está ahora vinculada a la ridiculización, según el periódico estadounidense The New York Times
No son los mejores momentos para Amber Heard en su pelea legal contra su exesposo Johnny Depp. El juicio se ha vuelto mediático, y según el periódico estadounidense The New York Times, en este conflicto, el movimiento Me Too, donde mujeres de todo el mundo, famosas, conocidas y anónimas, comparten sus experiencias de acoso, abuso sexual y violación para denunciar la situación, a fin de acabar con la impunidad de acosadores, abusadores y violadores, está decayendo.
Hay ambigüedades en el conflicto entre los actores divorciados; sin embargo, algunas cosas sí están claras: Depp envió un mensaje de texto a un amigo diciendo que quería matar a Heard y luego tener sexo con “su cadáver quemado para asegurarse de que está muerta”. Asimismo, existe un vídeo en el que se ve a Depp destrozando los armarios de la cocina mientras Heard intenta calmarlo, expresando: “¡Lo único que hice fue decir ‘lo siento’!”. De igual modo, en una grabación, ella le pide que vaya a apagar sus “cigarrillos con otra persona”, a lo que él respondió: “Cállate, culo gordo”.
Cuando Heard acudió al juzgado para conseguir una orden de alejamiento por violencia doméstica contra Depp, tenía un moretón en el pómulo de donde dijo que él le había lanzado un teléfono.
Este juicio televisado ha dado lugar a una explosión de odio y burla dirigida a ella. La actriz -que en ocasiones se mostró violenta con su exesposo- se encuentra lejos de ser una víctima. Eso la convirtió en el objeto perfecto de una reacción al Me Too.
Esto no significa que el caso sea del todo sencillo. Heard ha admitido haber golpeado a Depp, y ha sido grabada insultándole y menospreciándole. El consejero matrimonial de la pareja testificó que se dedicaban al “abuso mutuo”, diciendo de Heard: “Era un punto de orgullo para ella, si sentía que le faltaban el respeto, iniciar una pelea”.
Por otra parte, en Internet, hay un nivel de acoso a escala industrial dirigido a Heard. Desde TikTok, donde hay innumerables videos en los que se ataca a Heard; hasta una marca de maquillaje que publicó un video para contradecir la descripción de su abogado sobre cómo cubría los moretones. Todas las plataformas parecen estar llenas de memes a favor de Depp. “¿Por qué parece que todo Internet es del equipo de Johnny Depp?”, decía inclusive un titular de Vice.
Pero no es sólo Internet. Un sketch de “Saturday Night Live” del pasado fin de semana convirtió una de las acusaciones más descabelladas de Depp contra Heard, tratándola a ella como una figura ridícula.
Algunos expertos en violencia doméstica consideran que el maltrato mutuo es un mito, argumentando que aunque ambos miembros de una relación tóxica pueden comportarse de forma terrible, uno suele ejercer el poder sobre el otro. Pero incluso si se cree que Heard actuó de forma inexcusable, la idea de que ella fuera la principal agresora -contra un hombre más grande y con muchos más recursos que fue grabado maldiciendo por atreverse a hablar de forma “autoritaria”- desafía la lógica.
Cabe recordar que Depp acusó a Heard de defecar en su cama como acto de venganza. Heard declaró que uno de sus perros, incontinente desde que se comió la marihuana de Depp cuando era un cachorro, ensució la cama.
No obstante, Depp testificó los hashtags #AmberTurd (Amber Defecada) y #MePoo (Yo popó), los cuales se dispararon en internet. La imagen de Heard, una mujer cuya marca es ser una rubia glamorosa, está ahora vinculada, quizás de forma permanente, a los excrementos.
Vale la pena señalar que en 2020, Bot Sentinel, un grupo que rastrea la desinformación y el acoso en línea, fue contratado por los abogados de Heard para analizar la campaña en las redes sociales contra ella. Calculó que había 340 cuentas de Twitter “no auténticas” dedicadas a difamar a Heard y a amplificar las peticiones que pedían que la despidieran de sus trabajos como actriz y modelo. “Un pequeño número de cuentas puede dirigir las conversaciones en Twitter”, dijo el fundador del grupo, Chris Bouzy, al New York Times.
Sin embargo, aunque los trolls y los bots hayan contribuido a alimentar la manía contra Heard, es evidente que hay mucha gente real que participa en ella.