Comienzan a caer muertos monos saraguato desde lo alto de los árboles por golpes de calor

Comienzan a caer muertos monos saraguato desde lo alto de los árboles por golpes de calor

Las alertas se encendieron de nueva cuenta en el sureste mexicano, debido a las altas temperaturas de más de 40 grados, que ya ocasionaron las primeras muertes de mono saraguato o aullador.

Las alertas se encendieron de nueva cuenta en el sureste mexicano, debido a las altas temperaturas de más de 40 grados, que ya ocasionaron las primeras muertes de mono saraguato o aullador (Alouatta palliata), en su hábitat en el estado de Tabasco.

Fuentes consultadas por Excélsior, dieron a conocer que en los últimos días, al menos dos ejemplares fueron encontrados sin vida en el municipio de Comalcalco, en las rancherías Carlos Greene 3ra. Sección y Oriente 4ta. Sección.

Se trata de monos saraguato adultos, una hembra y un macho, que se presume, fallecieron debido a deshidratación y golpes de calor, tras una larga sequía, feroces incendios forestales y el avance de la mancha urbana sobre la región selvática.

Los dos cuerpos se descompusieron a la intemperie ante la falta de un protocolo real de atención por parte de autoridades federales, estatales y municipales, lo que podría convertirse en un problema de salud pública.

De acuerdo con testigos de las comunidades, los monos saraguato que estaban extremadamente calientes al tacto, presentaron desorientación, antes de caer desde las copas de los árboles.

Además trascendió que la Dirección de Protección Ambiental y Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Comalcalco ha recuperado hasta el momento tres ejemplares vivos con golpes de calor.

De esos tres monos saraguato, aparentemente dos fueron reintroducidos en el mismo sitio donde fueron localizados, después de ser rehidratados, y el otro fue entregado a la Representación de la Profepa en Tabasco, quien hasta el momento no ha dado ninguna información.

Hay que recordar que la emergencia ambiental del año pasado, que inició el 5 de mayo, también por las altas temperaturas, provocó la muerte de al menos 350 monos saraguato en los estados de Tabasco, Chiapas, Veracruz y Campeche.

Sólo en territorio tabasqueño, se documentaron 286 decesos en la primavera de 2024, lo que representó el 31 por ciento de la población de esta especie en peligro de extinción, en la región Chontalpa, conformada por los municipios de Centro, Comalcalco, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Paraíso y Cárdenas, según un artículo científico publicado en la revista American Journal of Primatology.

Como lo documentó este diario el año pasado, la respuesta de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), fue tardía ya que se presentó 20 días después de iniciada la emergencia y de forma inadecuada, al grado que la extitular de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), María de los Ángeles García Cahuich, fue señalada como presunta responsable directa de la muerte de nueve crías huérfanas de mono saraguato.

En días pasados, la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), presentó una denuncia contra la entonces funcionaria de la Semarnat, ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), con el fin de que se investigue y sancione su “negligente actuación” en esta crisis que se extendió hasta junio de 2024.

Ahí vamos otra vez…

A pesar de la experiencia reciente, la inacción de la Semarnat y la Profepa en 2025, pone en grave riesgo la vida de los monos saraguato y la estabilidad de los ecosistemas de la región, ya que no han podido instalar una mesa de atención efectiva ni un protocolo funcional de respuesta rápida.

De acuerdo con expertos primatólogos y organizaciones de la sociedad civil, hasta el día de hoy no hay una definición clara de quién es el primero que debe actuar ante reportes de golpes de calor en monos saraguato ni hay disponibilidad o asignación de recursos materiales y técnicos para atender a los ejemplares.

Además no existen los canales de comunicación ni estrategias para atender los casos con presupuestos específicos, bajo estrictas reglas de transparencia y rendición de cuentas.

“Sin estos elementos básicos, los esfuerzos de rescate se vuelven improvisados, fragmentados y, muchas veces, ineficaces. Cada minuto perdido en trámites o burocracia son una sentencia de muerte para los primates.

No basta con lamentar la pérdida de biodiversidad una vez consumada la tragedia. Se necesita planificación estratégica, asignación de recursos concretos, responsables claros y acciones inmediatas para evitar que 2025 repita el horror de 2024.

La vida de los monos saraguato no puede seguir dependiendo de improvisaciones ni buenas intenciones. La omisión ya no es ignorancia: es complicidad”, advirtieron.

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