Donald Trump será sometido a juicio político en el Congreso en Washington
La división aquí en Washington es hoy más profunda que nunca antes en tiempos recientes: Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, que es el equivalente a la Cámara de Diputados en México, anunció esta mañana lo siguiente:
“…Estoy instruyendo al presidente del Comité de Asuntos Jurídicos que redacte cargos y acusaciones criminales contra Donald Trump”.
Pelosi con esto despejó las pocas dudas que aún había. “Vamos seguramente a un juicio político contra el presidente; por violar la confianza pública, y por violar su juramento presidencial”.
Los cargos podrían incluir:
- Intento de soborno
- Intento de chantaje
- Obstrucción del proceso de justicia
- Obstrucción a las funciones del Congreso
La presidenta de la Cámara Baja justificó este momento tan serio para Estados Unidos diciendo:
“Si permitiéramos que el presidente este por encima de la ley, esa acción pondría en peligro a la república. En Estados Unidos nadie está por encima de la ley”.
Pero más tardó la congresista en decirlo, que los republicanos en responder que este juicio nada tiene que ver con intentos del presidente Donald Trump de chantajear al gobierno de Ucrania.
El congresista Kevin McCarthy, líder de la minoría republicana en la misma camara… respondió al anuncio diciendo… “Estas no son noticias nuevas, los demócratas siempre han tenido este día planeado desde la hora en que Donald Trump asumió la presidencia”.
Aquí, a pesar de dos meses de testimonios públicos y privados de funcionarios y diplomáticos en sesiones en el Congreso, hay mucha gente que duda que la evidencia garantice las bases de un proceso tan serio como el de inhabilitación presidencial.
La duda es porque las acusaciones de que Trump intentó obligar al presidente de Ucrania, a revelar o a inventar información negativa sobre la asociación de un hijo de Joe Biden con una empresa llena de corrupción en Ucrania parecen ser solo circunstanciales.
Los ánimos de todos en el Capitolio la mañana del jueves estaban alterados, y para hacer esto aún más grave, a un periodista de un canal de extrema derecha parcial a Trump se le ocurrió preguntarle a Pelosi cuando abandonaba el sitio desde el que hizo el anuncio, si ella odia al presidente.
Pelosi se regresó y como si quisiera arrancarle la cabeza al reportero, le increpó que “yo no odio a nadie. Fui criada en un hogar católico; no odiamos a nadie. A nadie en el mundo entero”.
