El INE y su nuevo desafío en las elecciones del Poder Judicial
* La naturaleza del proceso transforma por completo el modelo electoral tradicional
* No habrá campañas ni prerrogativas para los candidatos
Por Pascacio Taboada Cortina y Jorge Martínez Cedillo
Ciudad de México.- El Instituto Nacional Electoral (INE) se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su historia: la organización de un proceso electoral extraordinario bajo condiciones inéditas y con un presupuesto significativamente reducido. En diversas ocasiones, Guadalupe Taddei Zavala, consejera presidenta del Instituto, ha expuesto las estrategias y dificultades para garantizar elecciones transparentes, legítimas y ajustadas a la nueva realidad política del país.
Con el ánimo de tratar de explicar a la sociedad las complejidades de este proceso, Taddei ha comenzado a dar una serie de entrevistas en medios de comunicación, exponiendo los puntos más relevantes de la elección para personas juzgadoras que se realizará el próximo 1 de junio.
De acuerdo con sus planteamientos, la naturaleza del proceso extraordinario transforma por completo el modelo electoral tradicional. A diferencia de elecciones anteriores, las candidaturas no serán definidas por partidos políticos, sino por una colaboración sin precedentes, que se tendrá que dar entre los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
“No habrá campañas ni prerrogativas para los candidatos”, ha explicado la consejera presidenta. La comunicación con la ciudadanía se hará mediante la plataforma digital “Conóceles”, donde se ofrecerá información detallada sobre cada aspirante.
Además, el reglamento para el tope de gastos de campaña de los aspirantes aún se encuentra en proceso de elaboración y deberá de ser aprobado por el Consejo General en fecha próxima.
POCOS RECURSOS AL INE
Hay que recordar que el INE solicitó 40 mil millones de pesos para este proceso extraordinario, pero solo recibirá 27 mil millones. Esta reducción forzó ajustes estratégicos para garantizar la operación efectiva. Una de las medidas más drásticas, que podría afectar el nivel de participación ciudadana, será reducir la cantidad de casillas electorales en más de 50 por ciento, del total habitual, aunque cada sección contará al menos con una casilla asegurada.
Ante la insistente pregunta sobre las difíciles condiciones en las que se realizará el proceso electoral para personas juzgadoras, en tono seguro y de auténtica convicción por hacer cumplir el mandato constitucional, Guadalupe Taddei ha señalado que “la calidad del proceso no está en riesgo. Hemos optimizado recursos sin comprometer la certeza ni la transparencia de las elecciones”.
Ante cuestionamientos sobre la independencia del organismo, la presidenta del INE ha reafirmado su compromiso con la autonomía constitucional del instituto. En ese contexto, la reciente reunión con la presidenta de la República fue calificada como técnica y no política, centrada en las necesidades presupuestales y operativas del proceso.
En medio de la complejidad del panorama político, Taddei Zavala concluyó con un mensaje contundente: “El INE está preparado para enfrentar estos desafíos. Seguiremos siendo un pilar de la democracia mexicana, entregando resultados transparentes y confiables para el país”.
Hay que reconocer que pese a las críticas y sobre todo a los cuestionamientos que se hacen sobre la independencia del Instituto Nacional Electoral, con un camino lleno de retos por delante, este órgano autónomo del Estado mexicano se ha mantenido firme en su compromiso de salvaguardar la legitimidad democrática, apostando a la participación ciudadana y la confianza en las instituciones.
Ahora dependerá de los ciudadanos reiterar en las urnas la vocación democrática de los mexicanos, y la confianza a un instituto que ha permitido la alternancia en el poder ejecutivo y legislativo y que siempre ha asumido, contra viento y marea, los retos que le han impuesto las diversas reformas electorales.