Forman favelas en Tijuana
Tijuana. Migrantes expulsados de Estados Unidos llegan a esta ciudad y se establecen en el cinturón de marginación de esta frontera.
Enclavada en una barranca se encuentra la Pequeña Haití, para llegar a este sitio se debe cruzar un camino de terracería y basura.
En las laderas del cerro se ubican pequeñas casas de madera y dos construcciones de tabiques.Son los hogares provisionales en donde viven decenas de haitianos; este lugar ahora también funge como el nuevo refugio de centroamericanos deportados.
Es el primer asentamiento de inmigrantes originarios de Haiti, se ubica en la Barranca del Alacrán, en la colonia Divina Providencia y se construyó en 2016 de la mano del Pastor Gustavo Banda. En este lugar actualmente hay más de 300 personas que en las últimas tres semanas fueron expulsadas de Estados Unidos.
“Este albergue está conformado por gente de muchas nacionalidades: hay haitianos, brasileños, venezolanos, colombianos, dominicanos, guatemaltecos nicaragüenses, hondureños y alguno que otro cubano”, explica el pastor Gustavo Banda.
Mientras que la comunidad haitiana ya se estableció en este sitio, los originarios de Centro América, apenas comienzan a instalarse.
En el inmueble ocupado por hondureños, cubanos, salvadoreños, entre otras nacionalidades, prevalece el bullicio; son las risas y gritos de decenas de niños que corren por los estrechos pasillos y que juegan al interior de este lugar; un complejo de techos altos que cuenta con dos salones amplios; en ellos están instaladas casas de campaña en donde duermen las personas deportadas.
PROPONEN VILLAS
Alejandro Solalinde propuso en esta ciudad fronteriza crear comunidades que permitan la integración de la población migrante deportada por Estados Unidos. Dijo que le planteó al gobierno federal la ubicación de villas donde se brinde atención integral para los extranjeros, desde su “visión y cultura, no que le impongan cosas”, en donde se les ofrezcan oportunidades empleo, educación y progreso. “Ya no estamos pensando en albergues, sino en pequeñas comunidades donde no tengan nadie que los cuide, protegerlos sí, como todos los mexicanos, pero que traten de hacer su propia vida”, expuso de visita en Tijuana.
