Pentágono pone en duda si el generar buscaba atacarlos
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, admitió ayer que no ha visto ninguna “prueba” concreta de que el general iraní Qassem Soleimani, asesinado este mes en una operación estadounidense en Bagdad, planeara atacar cuatro embajadas del país norteamericano, como afirma el presidente Donald Trump.
“El Presidente no citó una prueba en concreto, y yo no he visto ninguna, en lo que a las cuatro embajadas se refiere”, dijo Esper en una entrevista en CBS News.
El jefe del Pentágono matizó, sin embargo, que está de acuerdo con Trump en que “es probable que (los iraníes) fueran a atacar las embajadas, porque son el punto más destacado de la presencia estadounidense en un país”.
“Puedo revelar que probablemente habrían sido cuatro embajadas”, aseguró Trump durante una entrevista con Fox News, el pasado viernes.
En tanto, el jefe de los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite iraní, declaró al Parlamento que el objetivo de los ataques del miércoles pasado contra objetivos estadounidenses en Irak no era “matar soldados enemigos”
“Queríamos (mostrar) que podemos atacar cualquier lugar escogido por nosotros”, declaró el general de división Hosein Salami.
Por otra parte, un gran despliegue de antidisturbios trató de impedir ayer en Teherán amplias protestas contra el sistema islámico a raíz del derribo de un avión con 176 personas a bordo, pero los ciudadanos lograron realizar varias concentraciones de rechazo.
El presidente Trump pidió nuevamente a Irán que no mate a los manifestantes descontentos por el derribo de un avión civil en la República Islámica.
DESDE IRAK
Ocho cohetes impactaron ayer una base aérea iraquí que alberga a soldados estadounidenses en el norte de Bagdad, indicaron fuentes militares iraquíes.
Cuatro soldados iraquíes resultaron heridos, dijo el ejército iraquí. Las fuentes militares indicaron que ningún soldado estadounidense fue alcanzado.
Casi todas las tropas estadounidenses ya salieron de esta base situada en Balad, tras la escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán en territorio iraquí.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo estar “indignado” por el nuevo ataque con misiles contra la base iraquí que alberga a soldados estadounidenses.