EDITORIAL
El pasado jueves los gobiernos federal y estatal anunciaron en la zona arqueológica que de manera conjunta aportarán recursos por un monto de 31 millones de pesos para realizar trabajos de rehabilitación en el sitio Tolteca, y esto se realizará con jóvenes que serán integrados al proyecto Jóvenes Construyendo el Futuro, del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
El anuncio, de entrada, es muy positivo porque ya es justo que la Zona Arqueológica que pertenece a la gran cultura Tolteca, una de las más importantes que hubo en Mesoamérica y de donde surgió el gran dios mítico Quetzálcoatl, reciba recursos que le urgen desde hace mucho tiempo y que aún con este dinero, le faltaría muchísimo más para dejar el lugar como un verdadero sitio arqueológico que reciba con dignidad a los turistas extranjeros que llegan aquí, y que, muy seguramente, ahora se llevan una muy mala impresión de este importantísimo lugar.
Y es que la zona arqueológica permanece literalmente igual que desde hace muchos, muchos años, y no se nota ninguna mejora, ni siquiera un mantenimiento que la haga lucir mejor. Ahí parece que el tiempo no pasa y que todo se detuvo desde que el ex presidente José López Portillo destinó recursos para crear el museo Jorge R. Acosta y construir otros salones en las instalaciones contiguas al museo.
Sin embargo, aquí existe un pleito que nadie ha podido resolver y es que una parte del edificio pertenece al INAH y otra a la Semarnath, organismo que ni siquiera ocupa estos locales que están abandonados y sin ningún uso.
La situación ahí es realmente lamentable porque no hay ni siquiera avance en pirámides que siguen sin rescatarse y que permanecen sólo en montículos. Tampoco sirvió de mucho el famoso museo Guadalupe Mastache, que muy poco se usa y es sólo un elefante blanco.
En el lugar hay muy pocos arqueólogos y apenas si hacen pequeñas excavaciones y hasta se pudiera decir que «hacen como que hacen algo».
En términos generales, debería de haber un museo más grande, instalaciones más dignas y un trabajo arqueológico de renombre, como en Teotihuacan o en El Tajín, donde da gusto visitar esos lugares. ¿Acaso la gran cultura Tolteca es menor o no se lo merece?
¿QUIÉN ADMINISTRARÁ LOS RECURSOS?
Ahora también habrá que ver cómo se van a utilizar esos 31 millones de pesos, quién los va a administrar y cómo llegarán realmente para los trabajos que se indican, como el cercado perimetral, cambio de la red eléctrica, limpieza y salvamento arqueológico, cimentación, y que, según dijeron en el evento, serán algunas de las acciones.
Aquí queda la duda, porque el cercado perimetral ya se hizo, al menos en algunas partes, y entonces es necesario que clarifiquen cuánto será lo que se destine a estas labores, sobre todo para evitar aquello de que puedan «cargarle» dinero a lo que ya está hecho; la corrupción que ya conocemos de sobra.
Veremos si realmente el gobierno de López Obrador es tan transparente como él dice y si realmente el dinero se destina a jóvenes que supuestamente serán capacitados para realizar los trabajos mencionados, y sobre todo, si se integrará a jóvenes de esta región para que se vea al 100% el supuesto beneficio del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro. No después nos vayan a salir con qué quién sabe quién recibió el dinero.
Las intenciones son buenas, eso ni quien lo niegue, pero ahora está por verse si todo se hace adecuadamente y cumple los objetivos anunciados. Ya lo veremos
