Murió un hombre al caer de la azotea de su casa; no llegó a tiempo la ambulancia

Murió un hombre al caer de la azotea de su casa; no llegó a tiempo la ambulancia

Un hombre perdió la vida al caer de la azotea de su casa donde se encontraba realizando un trabajo, hecho que provocó gran molestia entre la población ya que inicialmente estaba con vida, sin embargo, a causa de que no llegó una ambulancia a tiempo su cuerpo ya no resistió.

     Se conoció también que la ambulancia no pudo llegar a tiempo debido a que en el hospital regional Tula-Tepeji no se liberaron dos ambulancias de protección civil de Tlahuelilpan que esperaron más de dos horas para que les pudieran recibir a unos pacientes que llevaban.

   El accidente del hoy occiso sucedió el pasado miércoles 1 de enero alrededor de las 6:45 de la tarde, en un domicilio ubicado en el lugar conocido como Los Manantiales.

   Presuntamente la persona cayó de manera accidental de la azotea de su casa, situación que fue reportada casi de inmediato, sin embargo y al no haber ambulancias disponibles no pudo recibir la atención prehospitalaria que muy probablemente pudo haber sido de gran ayuda para esta persona que murió en su vivienda, donde finalmente llego el personal de la Procuraduría de justicia del estado y realizó el levantamiento del cadáver.

     Tras lo ocurrido se conoció que las ambulancias fueron retenidas de cierta manera de forma obligatoria en el hospital regional, ya que el personal de este lugar no liberaba los carro camillas de las unidades donde el personal de protección civil traslado a dos enfermos delicados mismos que tuvieron que esperar para ser atendidos de manera correcta, pues presuntamente no había ninguna cama disponible para poder ser ingresados, por tal razón se mantuvieron en los carros de la corporación municipal que dejo de atender otras emergencias.

     Cabe mencionar que no es la primera ocasión que el personal del hospital hace esto con los carros camillas de las direcciones de protección civil de los municipios, a quienes de alguna manera los obliga a mantenerse ahí varados, hasta que finalmente hacen un espacio para recibir al paciente.  

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