Viajaba en motocicleta cuando lo balacearon en pleno centro de comunidad
Al menos dos descargas de arma de fuego recibió un hombre que fue interceptado en plena calle cuando conducía su motocicleta, mientras que la gente se alarmó porque ocurrió a la hora en que muchos regresaban de sus trabajos. Sin embargo, nadie pudo identificar a los sicarios.
Estos hechos que son investigados por un ajuste de cuentas o una venganza, sembraron el miedo en la avenida 16 de Septiembre de la colonia General Pedro María Anaya, municipio de Tepetitlan, justo en una calle paralela a la carretera Tula-Tepetitlan, a la altura de donde se encuentra un kiosco.
El hecho fue reportado a la policía municipal el pasado miércoles, alrededor de las 7:35 de la noche, por lo que al ser dentro de un horario en el que la gran mayoría de los trabajadores ya están casi de regreso a sus casas, fueron muchas las personas que pudieron escuchar los disparos que les hicieron correr y resguardarse en sus inmuebles o algunos otros donde pudieran estar seguros.
Luego de eso, la gente al ya no escuchar más disparos, salió literalmente de sus escondites y pudieron darse cuenta de que en la calle estaba un hombre al que escucharon quejarse por las lesiones que le provocaron los proyectiles de arma de fuego.
La policía y el personal de protección civil del municipio de Tepetitlan acudieron y revisaron a la víctima, pero ya para ese tiempo corroboraron que carecía de signos de vida por lo que varios curiosos pudieron ver cómo el sitio fue resguardado por la policía.
Poco después el personal de la Procuraduría de justicia de Hidalgo realizó en el lugar el levantamiento del cadáver y lo trasladaron al necrocomio, donde los médicos legistas le practicaron la necropsia de ley para determinar la causa de la muerte.
Finalmente, la policía municipal y la estatal aseguraron una motocicleta que quedó tirada a un costado del cuerpo, presuntamente donde viajaba el hombre que pudo ser identificado en el lugar, conociéndose que era vecino de esa localidad.
Cabe mencionar que nada se conoció de los agresores, pues de manera sigilosa llegaron y salieron rápidamente después de que cumplieron su objetivo de acribillar a su víctima, a quien interceptaron en plena calle y con luz del día.