Comunidad étnica de Tepeji del Río reclama atención de autoridades
Recorrer las colonias y comunidades de este municipio representa acercarnos a todo lo que representa cada una de ellas. Todas tienen su historial, su problemática, sus atractivos y peculiaridades. En esta ocasión nos tocó acercarnos a la colonia Benito Juárez, núcleo poblacional integrado como una extensión de la comunidad hñahñu de San Ildefonso; ese sería la primera peculiaridad con que cuenta: sus habitantes pertenecen a San Ildefonso pero se encuentran físicamente más cerca de la comunidad de Melchor Ocampo, más conocida como El Salto, también perteneciente a Tepeji del Río.
En numerosas ocasiones nos hemos referido a la riqueza cultural de San Ildefonso, antiguamente llamado Chantepé. La colonia Benito Juárez representa una extensión de esa misma cultura, en lo que se refiere a la lengua materna, la vocación musical, pues también cuenta con dos bandas integradas por niños y jóvenes; igualmente posee todos los atributos de San Ildefonso, en cuanto a la tradición oral, gastronomía y medicina tradicional, artesanía, etc.
La historia de la colonia Benito Juárez inicia a finales de la década de 1980 y a partir de entonces ha emprendido una lucha para conseguir las obras necesarias para una vida digna: centros educativos, servicios básicos como electricidad, agua potable, drenaje, pavimentación de sus calles, la construcción de una capilla, entre otras.
A las peculiaridades anteriores habría que sumar que esta colonia se encuentra ubicada en la zona donde termina el emisor central de la Ciudad de México, es decir, próxima al llamado portal de salida, donde desembocan las aguas negras de la Ciudad de México; propiamente dentro de la colonia está la Lumbrera 21 que al carecer de un filtro despide permanentemente vapores nauseabundos que representan un foco de infección y una amenaza para la salud de los vecinos; mismo riesgo que representa el canal de aguas negras, que cruza muy cerca donde está la Escuela Primaria, lo que es un peligro sobre todo para los alumnos que en tiempos de clases normales deben transitar por el lugar. Hablamos con los vecinos de este lugar, entre ellos Emiliano Calva y su esposa, la señora María de la Luz Rodríguez Vargas, lo mismo que con la señora la señora Elena Nicolás Timoteo quien es representante de la Capilla. Estos vecinos coinciden en señalar que la comunidad sólo es visitada en tiempos electorales y como reflejo de esa desatención, mencionan el Teatro al Aire Libre que quedó inconcluso en la administración anterior. En un siguiente reportaje ampliaremos esta información sobre la colonia Benito Juárez, que a pesar de tener la categoría de pueblo étnico no recibe la atención que le corresponde y merece.