La dolorosa realidad que vive un enfermo de Covid entre cuatro paredes, con severos dolores en el cuerpo y sin poder abrazar a su familia
Un habitante tulense narra cómo se enfermó en su trabajo en Pemex y la difícil situación que vive día a día en la cuarentena
“La soledad y el no poder abrazar o ver a mi familia me esta volviendo loco, pues hay momentos en que los capítulos de mi vida pasan tan despacio, que no me permiten caer, es lo único que me sostiene, porque de pronto me llegan pensamientos en los que quisiera morir” puntualizo Toño “N”, paciente positivo que enfrenta al Covid-19.
Con una voz entrecortada y pausada por la dificultad que vive para respirar Toño aseguro tener ratos en los que llora, grita y que siente una profunda desesperación por estar encerrado entre cuatro paredes de su casa que le impide salir y abrazar de manera normal a su esposa y dos menores con quienes extraña jugar, platicar y sonreír.
La noticia que nadie espera recibir le llego justo el día de su cumpleaños de uno de sus menores hijos con quien celebro dentro de su hogar, justo días antes del 10 de mayo, “eres positivo, le dijo el médico de hospital de Pemex Tula vía telefónica” desde ese momento Toño sabia que todo iba a cambiar y dentro de su preocupación era saber si su familia también se había contagiado.
A los pocos días su pequeña mostró un poco de temperatura y eso le provocó cierta angustia que le hizo derramar algunas lágrimas, sabía que los dolores de cabeza eran intensos y el cuerpo cortado con temperatura era escalofriante, por fortuna luego de que quedo en observación la menor no fue confirmada positiva, ni nadie de su familia.
Ya van más de 15 días, Toño con un llanto sostenido en la garganta aseguro que hubo días negros, “no podía dormir, ni acostado, ni sentado y hasta despierto me sentía mal”, extraño mi familia, mis niños, no he podido jugar con ellos, ni mucho menos platicar aún y cuando se encuentra dentro de aquellos enfermos que son considerados como en etapa media, sin embargo, no significa que en cualquier momento no pueda agravarse su situación, hoy se le dificulta respirar, pero lo hace bien con una tipo bombita que le permite ayudar a sus pulmones tener ese oxigeno que necesitan para que él no se sienta ahogar.
El virus del Covid-19 se alojo como si hubiese sido un huésped en sus pulmones, fue diagnosticado con un problema de bronquios y por esto es que se le presentan dificultades para respirar.
El día pasa tan lento que pareciera que su único propósito es volverme loco, aun y cuando a veces grito no encuentro el consuelo total, pero si calma un poco mi angustia afirmo Antonio, vecino de Tula de Allende.
Muchas veces exprese a mis jefes ser diabético y el descanso o el trabajo en casa me llego hasta que resulte positivo, son parte de las reglas que en ese momento sostenía Pemex.
“La vida, mi vida vivida ha ido pasando como esas películas que uno acostumbra a ver en televisión o en el cine, el silencio, la soledad y este virus que me impide salir de mi habitación pareciera tener un solo fin, volverme loco o provocar pensamientos de muerte en mi mente”, ya no aguanto, comento con lágrimas, pero me pongo a pensar en mis hijos, que podrían hacer ellos sin mí, mi familia y su enorme dolor.
Varias veces por fortuna he podido verlos a través del cristal de mi ventana, he hablado con ellos por videollamadas, ya que en este momento el teléfono es mi único puente de comunicación con el exterior.
Es horrible decía Toño mientras comento que aun y cuando se encuentra en casa enfrentando y llevando de manera puntual el tratamiento que le dieron para atacar el Covid-19 llego a salir en dos ocasiones aproximadamente, solo para ir al nosocomio donde los médicos me revisaban y decían como voy, ahí una lista innumerable de casos aseguro, escuche 15 sospechosos que están en observación otros tres más que les acababan de decir ser positivos y otros más que se encuentran hospitalizados porque se encuentran graves, el panorama es difícil y complicado y esta enfermedad parece entrar pero no querer salir, a raíz de mi ultima visita a ese lugar sufrí una recaída que pareciera no permitirme salir de mi casa.
“Estoy desesperado por salir y empezar mi vida normal, intente ir a una tienda departamental de la cual salí rápidamente porque me sentí muy mal”, pero como!, Toño fuiste a una tienda aun sabiendo que eres positivo, le pregunte, sí, fui totalmente cubierto con cubrebocas, careta, guantes y así como entre salí, me siento morir, me siento horrible, tan mal que no desearía que nadie pase por esto, porque sientes que te carcome cada parte de tu cuerpo que siente dolencia, pero sobre todo soledad de vivir encerrado entre cuatro paredes.
Su respiración mientras platicaba cada vez se hacia más lenta y parecía serle complicado hablar, pero también él sentía esa necesidad de que alguien lo escuchara, se que dentro de esas paredes saldrás adelante, tu familia, tus amigos, todos te esperamos afuera, fue lo último que llegue a decirle al platicar con el vía telefónica, mientras él solo me dijo cuídate exageradamente y extrema medidas, tu familia lo vale.