“Le temo al coronavirus, pero tengo que salir a vender para sobrevivir”: “marchanta” de nopales
Tenemos miedo porque somos adultos mayores y estamos más propensos al contagio de Covid, pero si no salgo a vender no como, salgo por necesidad, no por necedad, expresó la vendedora de productos del campo, Teresa Martínez de 68 años originaria de la comunidad de San Miguel de las Piedras.
Con voz entrecotada trató de contener el llanto al contar las penurias que le ha significado a ella y sus compañeras sobrevivir a esta contingencia provocada por la pandemia del coronavirus, que ha traído consigo una importante disminución de gente en las calles y consigo la caída de más del 50 por ciento en las ventas.
Contó que lo que gana apenas es suficiente para sobrevivir tanto ella como su esposo, que anteriormente se dedicaba a la albañilería, pero en vista de que ya es también una persona mayor, hace poco tiempo se lastimó de un brazo y la cadera y ya no pudo emplearse en ningún lado… “viene y me ayuda, nos ayudamos los dos”.
Narró que es difícil la situación ante las dificultades que arrastra la pandemia, pero que aparte, le lleva hasta cinco o seis horas recolectar los nopales y demás productos que oferta, y aún con ello reprocha que algunas personas todavían le regatean en ocasiones.
En entrevista con LA REGIÓN, la marchanta, reiteró que ha sido todo un lío sobrevivir a esta emergencia, porque aparte de todo, las autoridades les dicen que levanten y se retiren 3 horas antes de lo habitual, “debido a que no pueden quedarse más tiempo”, aún con las limitaciones, agradece que aún las dejen poner, porque son más de 40 mujeres de comunidades marginadas que se sostienen de esa actividad.
Finalmente externó que pronto esto se acabe para que todo vuelva a la normalidad: «aunque quién sabe, nosotros en nuestra ignorancia ya no sabemos qué creer, dicen que ya nunca vamos a volver a la normalidad».
