Organización ambiental recibió 40 ampolletas para trampas contra el insecto que ha acabado con las palmeras
La Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir recibió el pasado miércoles de parte de la diputada federal por el V distrito de Tula, Gloria Romero León, la donación de 40 ampolletas en feromonas para el control de la devastación del picudo negro, especie que ha exterminado a decenas de palmeras en la demarcación.
El beneficio fue entregado al grupo ambientalista Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, cuyos integrantes se encargarán, conjuntamente con el gobierno municipal de la elaboración y colocación de trampas en ejemplares situados en vía pública.
La asambleísta federal señaló que habrá que tomar medidas contundentes para controlar y erradicar la población del insecto parasitario antes de que sea tarde, y dijo que, como primera acción, puso al tanto a la Secretaría del Medio Ambiente estatal (Semarnath), dependencia que desconocía de la problemática.
Agregó que el arrase hasta ahora causada en Tula es algo que debe preocupar a todos, “dado que es un tema que no está rebasando”, e insistió en que hay que actuar antes de que sea tarde como en los casos de Ixmiquilpan y Tasquillo.
A la entrega, en representación del ayuntamiento asistió la directora de Protección Ambiental, Bianca Vázquez Hernández, quien dijo que desde hace algunas semanas se trabaja en coordinación de la sociedad civil y la Secretaría del Medio Ambiente estatal (Semarnath) en crear una estrategia de control y erradicación del parásito.
Agregó que la feromona donada tan sólo sirve para un método de control mediante trampeo, pero indicó que no es para erradicar al espécimen y que para tal efecto se requiere de una vacuna de tres dosis, que cuesta 9 mil pesos en promedio, aunque sostuvo que hasta ahora no se ha comprado por falta de recursos.
René Romero Rivera, de la Red de Consciencia Ambiental, indicó que su agrupación, así como otros ciudadanos se han preocupado y ocupado del tema, informándose y conociendo otros casos para salvar las palmeras, por lo que han contactado casas de estudios como la Universidad Francisco I. Madero.
Asimismo, comprometió ayuda para el gobierno local y a los habitantes de Tula para que no vean arrasada la flora del municipio y dijo que las ampolletas sólo son un primer paso que se da en esta lucha, pero que se gestionarán todos los apoyos necesarios para evitar que Tula quede sin palmeras.