Presagio de muerte; aulló gran jauría de perros y un agente del MP murió

Presagio de muerte; aulló gran jauría de perros y un agente del MP murió

En estos días de historias de muertos y visitantes del más allá, se cuenta la historia entre los pasillos del Ministerio Público de Tula, que se ubicaban en la colonia El Salitre, que un día  pasó un hecho extraño y en cierta forma aterrador, luego de que una jauría de perros estuvo ladrando justo enfrente y en los alrededores de este edificio y poco después de esto, falleció en un trágico accidente un abogado que manifestó su incredulidad ante este tipo de «anuncios» sobre la muerte.

     Este hecho se vivió hace algunos años en el citado lugar, a donde llegó justo afuera de la oficina donde laboraba el agente del ministerio público, quien estaba encargado de la mesa investigadora y que se encontraba acompañado de su secretario, un prestatario y dos personas más, entre ellos la reportera de LA REGION, que como cada noche esperaba unos minutos en esas oficinas tratando de buscar alguna denuncia o reporte por parte de personas que se veían afectadas por algunos delitos, mismos que muchas veces deseaban dar a conocer los hechos para que fueran públicos.

     Ya pasaban de las 11:00 de la noche cuando de pronto la manada de perros llegó y prácticamente se instaló frente a las oficinas, y su aullar que estremecía y ponía literalmente la piel de gallina, logró la atención de quienes estaban en esta oficina, donde de pronto el prestatario hizo el comentario de que los perros olían la muerte, mismo con el que coincidió el secretario.

     El comentario de la muerte se convirtió de pronto en una afirmación, ya que el secretario y el prestatario comentaron de manera conjunta que la presencia de los caninos no era más que la visita de la muerte “¿Por quién vendrán?”, expresión que al escucharse estremeció a todos, excepto al agente del ministerio público, quien con incredulidad, comentó que estas creencias eran de personas ignorantes y no de gente estudiada que ha logrado tener acercamiento con la ciencia.

     Después de algunos minutos, la manada de perros se retiró aullando y recorriendo por toda la cuadra… todo parecía haber quedado sólo en eso.

     La mañana siguiente los licenciados que habían estado laborando 24 horas en la mesa investigadora, salieron a su descanso de manera normal, y fue hasta casi el mediodía que una noticia corrió por los pasillos de la agencia del MP, donde se alcanzó a escuchar una expresión de dolor, ya que el agente del ministerio público, que tenía algunas horas de que había salido a su descanso, había muerto en un accidente automovilístico que sufrió cuando se dirigía a su domicilio, al cual ya no logró llegar con vida.

      Hasta ahora no se sabe si todo esto se debió a una casualidad o algo que fue paranormal, o simplemente si los presagios o creencias populares, como la que el accidentado no quiso escuchar, se volvieron realidad.

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