Coronavirus chino prende las alarmas
PEKÍN. Las autoridades sanitarias chinas informaron que han detectado cuatro nuevos casos de la neumonía provocada por un tipo de coronavirus similar al del síndrome agudo respiratorio grave (SARS), registrados, al igual que los anteriores, en la ciudad de Wuhan, en el centro del país.
La neumonía ha afectado hasta el momento a 52 personas, dos de ellas fallecidas, informó en un comunicado la Comisión Municipal de Salud de Wuhan.
Se han reportado también dos casos en Tailandia y uno más en Japón.
Científicos que analizan el impacto del brote temen que el número de casos sea mucho mayor que el reportado por autoridades chinas.
Según cálculos de expertos del centro de investigación en el Imperial College de Londres, que asesora a instituciones como la Organización Mundial de la Salud, mil 723 personas infectadas la cifra más probable de enfermos que las 52 anunciadas.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron la cantidad de casos detectados hasta ahora fuera de China para deducir la cantidad de personas probablemente infectadas en Wuhan, según datos de vuelos internacionales.
“Para que Wuhan exporte tres casos a otros países, debe haber muchos más casos que los anunciados”, dijo el profesor Neil Ferguson, uno de los autores del estudio.
“Estoy mucho más preocupado que hace una semana”, agregó.
Este cuadro alimenta temores de un resurgimiento de un virus de tipo similar al SARS, altamente contagioso y que provocó la muerte de unas 650 personas en China continental y Hong Kong en 2002-2003.
En este caso, se trata de un nuevo tipo de coronavirus. Este virus puede causar enfermedades leves en humanos, con síntomas similares a los de un simple resfrío, pero también otras más graves como el SARS.
La preocupación ya es perceptible fuera de China. Estados Unidos comenzó a filtrar vuelos desde Wuhan al aeropuerto de San Francisco y al aeropuerto JFK, de Nueva York —que reciben vuelos directos—, así como de Los Ángeles, donde hay muchas conexiones aéreas.
Las autoridades de Hong Kong ya han reforzado sus medidas de control en las fronteras del territorio autónomo, en particular con detectores de temperatura corporal.