Tumbas de El Huerto… Olvidadas y sin nadie que las visite
Más de una decena de tumbas no recibieron visitas durante estos Días Santos, en que de manera regular llegan las familias para compartir ese momento que aun los une entre esta vida y el más allá.
Los olvidados han sido panteones protegidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que los tiene en total abandono, entre ellos está la cripta de Lucila Ocampo, hija menor de Melchor Ocampo, un monumento francés quien ha llegado a recibir una flor por un despistado que la ha visto sola y abandonada.
Miles de familias llegaron a decorar y llevarle flores a las tumbas de sus seres queridos que descansan en el Panteón de El Huerto y que es el más antiguo en Tula.
El encargado de este lugar, Eliseo Mendoza Ortiz, afirmó que en ese panteón descansan los restos de más de 2 mil difuntos que en su mayoría son recordados en estos Días Santos, pero esto no sucede con todos, pues más de una decena se han quedado olvidados por sus familiares quienes se fueron sin nunca más regresar a verlos.
Estas tumbas que se han quedado en el olvido son supuestamente protegidas por el INAH, que en su momento las aseguró por ser parte del patrimonio cultural, sin embargo aún cuando se han considerado como vestigios arqueológicos, han sido de igual manera olvidados, tan es así que LA REGION pudo ver que existen algunas que presentan fisuras de importante tamaño que permiten ver que hay hacia adentro, logrando ver restos de una caja de madera apolillada y un poco destrozada.
Entre estas tumbas abandonadas se encuentra la de Lucila Ocampo, hija del ilustre Melchor Ocampo, bóveda que por su importante tamaño, incluso, es utilizada como bodega del panteón de El Huerto para guardar los utensilios del encargado y otra persona más que lo apoya.
Existe la historia de que esta mujer años después fue llevada a un panteón del municipio de Tepeji, dato que hasta el momento no ha sido comprobado, pues simplemente es un rumor que ha corrido entre las personas que en su momento se han encargado de este sitio, donde también hay la leyenda de que de una de estas tumbas que tiene una fisura en su pared lateral, ingresó una enorme víbora que pasó por el pasillo y ahí se resguardó, pues nadie logro verla salir.
Un francés como otros extranjeros más descansan en este panteón, donde en algunos casos la misma gente al verlos tan abandonados, se conmueven y llegan a dejarles una flor para que no sientan totalmente el abandono en que los dejaron sus familiares.
El encargado del panteón dijo que estas tumbas no podrán ser ocupadas nuevamente, pero el INAH no ha hecho nada por ellas y ya muestran en algunos casos los restos de las cajas de madera que son de las más recomendadas, y no así los ataúdes de metal que encierran fuertes olores y literalmente “caldos” que se guardan en estos, dato que se ha logrado corroborar en las exhumaciones que se han llegado a realizar.
Dentro de este sitio ya hay un lugar para criptas que está a cargo del municipio y que alberga un promedio de 200 nichos que pueden llegar a valer alrededor de 4 mil 500 pesos a más.
Por fortuna, los amantes de lo ajeno ya dejaron de visitarlos, ya que anteriormente este era un lugar preferido por estas personas que llegaban y se robaban trabajos de herrería, aluminio, objetos de valor y hasta la herramienta que se tiene para darle el debido mantenimiento al panteón donde el encargado asegura llevar alrededor de 4 años.