Inútil resultó la declaración de emergencia ambiental de la Semarnat para Tula; no es oficial y no hay ninguna respuesta, ni acciones
De nada sirvió la afirmación que hizo el secretario de la dependencia. * Nada ha ocurrido y resulta que la tendría que hacer el Presidente de la República en el Diario Oficial
Poco más de un mes ha transcurrido desde que el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo Manzur emitió la declaratoria de emergencia ambiental para la región de Tula y Tepetitlán, a los que tildó de inhabitables por la grave contaminación en agua, aire y tierra que padece la región suroccidente de Hidalgo.
Para los habitantes de la zona de Tula, conformada por al menos nueve municipios más (Ajacuba, Atitalaquia, Atotonilco, Tepetitlán, Tetepango, Tepeji, Tezontepec, Tlahuelilpan y Tlaxcoapan) el gobierno no hizo más que reconocer lo que ya se sabía desde hace décadas, que Tula y su zona de influencia conforman una de las regiones más contaminadas del planeta. Incluso, en 2008, la ONU la reconoció como tal.
Así pues, Tula, su región y sus habitantes vieron en el anuncio del secretario, una esperanza, muchos fueron los que se esperanzaron en que, ya pronto se verían las acciones para emprender la solución ambiental, que también comprometió Toledo, el 16 de julio del presente, sin embargo…. hasta ahora nada.
A un mes, dos días del pronunciamiento, ambientalistas asociados e independientes con presencia en la demarcación han alzado la voz en el sentido de que, en un inicio, tal pareciera que se prometieron acciones contundentes de resarcimiento ambiental para Tula, pero reprocharon que desde ese día, no se ha dicho nada más.
Incluso, el líder del Movimiento Social por la Tierra (MST), Francisco Chew Plascencia, ha reconocido que la declaratoria se dio “más por la toma de las instalaciones de la Secretaría durante dos semanas que por voluntad del secretario”.
Tal apreciación fue compartida por el presidente del Grupo Ecologista Hidalguense de Protección al Medio Ambiente (GEHPMA), Fernando Cruz Rodríguez, quien en entrevista señaló que seguramente a Víctor Toledo “le jalaron las orejas por emitir una declaración tan alarmista sobre el tema”, lo que motiva que no se le haya movido a la supuesta remediación ambiental.
DECLARATORIA NO ES OFICIAL
De hecho, dijo que la declaratoria no es oficial, puesto que esta solamente la puede emitir el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, mediante decreto, pero, indicó, que el ejecutivo federal no lo ha hecho… “ni siquiera ha vuelto a tocar el tema en sus mañaneras”.
En contraparte, se tiene la postura del alcalde, Gadoth Tapia Benítez, quien el pasado 14 de julio declaró que sí hay un seguimiento al asunto: “tenemos definidas líneas de acción muy claras, temas específicos sobre los que vamos a trabajar.
De acuerdo al edil van por el saneamiento del río Tula y la presa Endhó; construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales; la terminación de los gasoductos Tuxpan–Tula y Tula –Villa de Reyes, para que la termoeléctrica Francisco Pérez Ríos y la refinería Miguel Hidalgo puedan quemar gas natural y no combustóleo además de la reforestación integral del municipio y la región.
No obstante, admitió que se han enviado escritos al gobierno federal para que detalle las acciones a implementar así como los montos a invertir en estas, pero afirmó que hasta ahora no ha habido respuesta.
SIN ACCIONES DE REMEDIO
El pasado 31 de julio durante la sexagésima cuarta sesión ordinaria de Cabildo, el regidor de Tula, Marcos Reyes Sánchez, propuso a sus compañeros de Asamblea formular un punto de acuerdo para pedir a la Semarnat y a la Federación, precisar las acciones a seguir para la remediación ambiental y qué municipios abarcaría la declaratoria. Hasta ahora no ha habido respuesta.
El munícipe pidió también a la Conagua, aclarar todo lo relacionado con la pronta puesta en marcha del Túnel Emisor Oriente (TEO) que, de acuerdo con ambientalistas del GEHPMA y la Red de Consciencia Ambiental Queremos Vivir, además de independientes, desfogará al menos el doble de aguas negras de las que actualmente conduce el río Tula, sin que el afluente cuente con la infraestructura suficiente para tal efecto, lo que podría causar inundaciones sin precedentes en la demarcación e incluso borrar poblaciones enteras.
Ante los dichos de los ecologistas, Gadoth Tapia ha pedido mesura y ser responsables con lo que se dice para no alarmar a la población, aunque admite que no sabe, cuánto volumen de agua excedente vendrá a través del río, los posibles riesgos que correrá la población civil, además de cuáles serán las medidas de contención para evitarlos y cómo se resarcirá el daño ambiental que causará la medida.
«PASOS HACIA ATRÁS»
Para el ambientalista independiente, Alejandro Ortega de la Peña, en estos 32 días que han pasado desde que se emitió la declaratoria de emergencia ambiental, en lugar de dar pasos para remediar la contingencia ambiental, se asestaron dos golpes a esta región: “primero con la inminente entrada en operación del TEO y luego con la afirmación de que el gobierno federal plantea llevarse el agua de Tula para utilizarla en el nuevo aeropuerto de Santa Lucía.
Cabe destacar que, el proyecto del aeródromo está temporalmente suspendido, por lo que no se sabe si finalmente se construirá el acueducto de Tula al Estado de México para conducir el agua hacia la infraestructura aeroportuaria.
En este sentido, en reciente entrevista, el edil, mencionó que se defendería el agua de Tula, “entendiéndose como región”, ya que consideró que el vital líquido hace falta a las comunidades de las demarcaciones del suroccidente de Hidalgo, aunque mencionó que estaría a favor de que el gobierno de la República invirtiera en la edificación de plantas de tratamiento para que en las obras federales, y en las industrias del Estado, como la refinería o la termoeléctrica se emplearan aguas residuales.
Por último, cabe destacar que, desde un principio, una voz de mesura fue la de Francisco Chew Plascencia, quien dijo en entrevista que la remediación ambiental para Tula y su región tardarán décadas en poder concretarse, ya que es querer poner remedio a casi cinco décadas de contaminación de agua, aire y tierra.
